En la avenida de Bartomeu de Roselló se respira efervescencia. Un vaivén de bolsas, carteles anunciando descuentos y cientos de prendas esperando comprador. ¿El motivo? El inicio de las rebajas de verano, que para muchos son una oportunidad de conseguir la ropa y los complementos deseados a mejor precio.

Sin embargo, la mayoría de los consultados por este diario están de acuerdo en una cosa: las rebajas han dejado de ser lo que eran. Los descuentos ya no son tan pronunciados, la ropa es de temporadas anteriores y lo único que permanece son las colas interminables. Por eso, algunos ya no se mueven de casa y disfrutan de las ofertas a través de internet, donde los pequeños inconvenientes de la insularidad no llegan y «hay mejores precios». Así lo han decidido Adrián y Víctor, dos treintañeros que odian las aglomeraciones de las rebajas. «Vendremos a mediodía cuando no haya estas pedazo de colas o directamente compraremos por internet», coinciden. «Hay más descuentos y más variedad de todo, aquí también pero más caro, nosotros compramos online y durante todo el año», confiesa Adrián. «Las tiendas físicas han perdido la gracia», apunta.

Rebajas durante todo el año

«Yo me enteré ayer de que eran las rebajas», señala Víctor. Frente a la progresiva dilatación del periodo de rebajas por parte de las empresas y su liberalización desde el año 2012, los consumidores han perdido el norte. Rosi y Aurora son de Ibiza, es su primer día de rebajas pero no han comprado nada. «Hemos cambiado un par de cosas que no nos iban bien y ya está». «Rebajas, rebajas, este año no hay», y añaden descontentas: «Las tiendas sacan toda la porquería de otras temporadas, ahí [señala una tienda] han sacado los jerseys de punto de hace mil años».

Lorena, argentina y propietaria de dos pequeñas tiendas de ropa en Ibiza, opina lo mismo: «Todas las tiendas sacan lo que les sobra, con telas que parecen de sofá». Además, asegura que se ha perdido el respeto por la duración de las rebajas. «Ahora cada uno pone los descuentos que quiere y cuando le da la gana, las grandes superficies tienen ofertas de hasta el 50% desde hace cuatro meses, por eso ahora la gente gasta menos que otros años». Aunque confiesa que esto no le perjudica. «Rebajas yo no tengo, igual alguna promoción especial de prendas que no salen, pero cuando no me queda otro remedio. Hay gente que pide descuentos, pero en general saben que lo que yo tengo es un producto diferenciado y materiales buenos; lino, seda, algodón...» .

Más calidad

María José es holandesa, pero vive en Ibiza desde hace muchos años. Ha comprado sobre todo cosas útiles, pero asegura que «si necesitara algo especial y de mejor calidad» iría a tiendas pequeñas «aunque el precio fuera un poco más alto».

Eso mismo opina Vladimir, de Lituania y que está pasando en Ibiza unas vacaciones que ha ganado en su trabajo por ser el empleado del año. «Antes que en el precio, me fijo en el material», y añade riendo: «Aunque cuando entro en una tienda lo único que pienso es en salir corriendo de allí».

Aun así, ha aprovechado para comprarse una gorra que pone 'Ibiza' y una camiseta de color negro y estampado de palmeras que ya lleva puesta. «Me habré gastado hoy unos cuarenta euros en total, no me gusta nada ir de compras pero me tengo que obligar a mí mismo», explica el joven lituano.

Los que las aman

A pesar de la pérdida de popularidad que han sufrido, las rebajas no han perdido todos sus fans . Roxana, de 45 años, sigue estando entre los más acérrimos. «Casi siempre espero para ver si encuentro algún chollo, si encuentro algo que está bien, una pieza maravillosa, pues voilà, la compro, si no no». Va cargada con un par de bolsas repletas de vestidos que le «encantan». Sin embargo, su opinión no se distancia mucho de la del resto de consultados durante la jornada de ayer. «Cuando veo algo que me gusta no espero a las rebajas, lo compro igual, pero porque parece que cuando llegan las rebajas hay cosas que no estaban en la tienda y las sacan, y la mayoría son cosas feas», cuenta esta compradora. «Este año los descuentos casi ni se notan, las cosas apenas están rebajadas un par de euros», añade Roxana, algo molesta.

Además, asegura que no lo compra todo en las franquicias, sino que para algunos productos prefiere los pequeños negocios que hay en la isla. «La mayoría de las veces encuentras productos que son muy similares, pero de calidad superior y de precio parecido», afirma convencida. «Lo llamo compra inteligente», ríe divertida.

Las últimas: las preferidas

Maria José hoy sólo ha comprado camisetas básicas, pero asegura que antes de que finalice la temporada estival de descuentos habrá vuelto para hacerse con algo más. «Ahora hay poca gente pero a finales de mes, todo el mundo aprovecha para gastar más». Roxana también confiesa que las últimas compras en época de rebajas son siempre«sus preferidas», ya que los descuentos «son mucho más notables», según afirma convencida.