El cauce del torrente de sa Llavanera ayer volvió a llevar aguas residuales hasta el puerto de Vila, provocando las consiguientes quejas de los vecinos de la zona por el molesto hedor que vuelven a sufrir después de los dos vertidos que sufrieron a finales de mayo.

Desde la conselleria de Medio Ambiente del Govern balear, responsable del funcionamiento de las depuradoras, aseguraron ayer que no se había producido ninguna avería ni ningún vertido, por lo que no descartan que se trate de un problema en la red de alcantarillado que tratarán de averiguar esta mañana.