El Ayuntamiento de Santa Eulària confía en que este verano, con la puesta en marcha de la desaladora, se abastezca con agua buena a los núcleos de población cuyo suministro incumple la normativa sanitaria por exceso de cloruros (sal) o sulfatos. Se trata de la urbanización de Roca Llisa, la zona del municipio que se conectará con la nueva arteria norte (es Canar, Sant Carles, La Joya, Cala Mestella y es Figueral) y Santa Gertrudis.

Antoni Garcias, gerente de la Agencia Balear del Agua, empresa pública de la conselleria balear de Medio Ambiente, asegura que la desaladora ya «está a punto» para empezar a suministrar agua desalada a la red pública y que está pendiente de que Santa Eulària y Sant Joan concreten el caudal que necesitan y se firmen los convenios.

El concejal de Urbanismo de Santa Eulària, Mariano Juan, asegura que en los próximos días se concretarán las cifras no sólo del suministro que se necesita en verano, sino todo el año. Espera que en los próximos días se pueda firmar el convenio con Abaqua.

Las canalizaciones municipales para llevar el agua desalada a Roca Llisa y la zona norte ya están acabadas, pero falta la obtención de la autorización de Sanidad. En el caso de Santa Gertrudis ya está superado este trámite. Juan reconoce que la prueba de sanidad puede ser «un procedimiento largo». De hecho, el verano pasado el Ayuntamiento de Sant Josep anunció en la primera semana de agosto que ya estaba todo listo para inyectar agua desalada del depósito de ses Eres a las zonas de Platja d´en Bossa, Cas Mut y Can Fita, pero que aún faltaba el permiso de Sanidad, lo cual retrasó el suministro hasta la primera semana de octubre.

En este caso, Mariano Juan calcula que este verano se podrá abastecer con agua desalada las zonas salinizadas pero sin concretar si será «en julio o en agosto». «No quiero pillarme los dedos», indica.

Consciente de que este trámite se puede alargar, el Consistorio se reunió hace «cuatro o cinco meses» con responsables de Sanidad para solicitar que, «ante la imperiosa necesidad» de suministrar agua desalada a los núcleos donde se incumple la normativa, «se agilizara» la tramitación.

Prueba sanitaria «más ágil»

Sanidad ofreció al Ayuntamiento la posibilidad de llevar a cabo un procedimiento «más ágil» para avanzar la prueba antes de la puesta en marcha de la desaladora, y que consiste en el análisis del agua de pozo que circula por las nuevas canalizaciones. Pese a que no se cumplen los parámetros sanitarios, si en los análisis de la muestra del agua que sale directamente del pozo y de la que circula por las tuberías no se constatan diferencias en los parámetros, se da por buena la prueba, según Juan.

El Consistorio ya ha remitido el resultado del primer análisis, que ha sido «favorable». Ahora falta que un inspector de Sanidad recoja una nueva muestra (también de agua de pozo) para el análisis definitivo.

Pese a que el agua del núcleo urbano de Santa Eulària no tiene exceso de sal (pero sí de cal), el Consistorio no quiere demorar más el abastecimiento de esta red municipal con el caudal de la desaladora. «Es conveniente suministrar agua desalada al máximo de zonas del municipio, no por una cuestión sanitaria, sino hidrológica», explica Mariano Juan.