El Ayuntamiento de Sant Josep sancionará a un beach club de Port des Torrent por dar a las hamacas otro uso, lo que supone una infracción de la concesión de playas, según explica una portavoz del Consistorio.

El pasado fin de semana, el exconseller insular de Medio Ambiente, Miquel Vericad, colgó en sus redes sociales una fotografía, hecha a última hora de la tarde, en la que se veía cómo la arena que hay frente al establecimiento estaba ocupada por unos bancos de madera, con respaldo y cojines, en los que se sentaban decenas de personas. «Port des Torrent en procés de bassització. No són hamaques, en un bar sobre l'arena. La platja com a producte franquícia s'estèn...», comentaba.

Desde el primer momento, el Ayuntamiento de Sant Josep, al ver la imagen, sospechó que se trataba de una «manipulación» de las hamacas, «con el objetivo de emplearlas como bancos para que se puedan sentar más personas». «Esto supondría darles un uso diferente del que está autorizado», adelantaron aún a la espera de que la inspección de playas se personara en el local para comprobar qué pasaba.

El celador fue a mediodía a Port des Torrent, donde comprobó que en la zona de la arena sólo había tumbonas. Sin embargo, le sorprendió que las hamacas en las que tomaban el sol los turistas se parecieran mucho a los bancos de la foto de Vericad, por lo que supuso que quizás, al caer la tarde, el personal ponía los respaldos. Al parecer, durante esta visita el técnico del Consistorio se percató de que en un rincón del establecimiento estaban guardadas estas piezas.

Con esta sospecha acudió la policía ese mismo día por la tarde para realizar una nueva inspección. «Detectó que se habían instalado los respaldos en las hamacas, tal como se mostraba en la imagen. La Policía Local levantó un acta y se trasladó al departamento de playas para tramitar el perceptivo expediente sancionador», informó el Ayuntamiento, que señaló que también se revisaron permisos, licencia de actividad, limitadores de sonido y de ocupación de la concesión, aspectos, todos ellos, que estaban «correctos». Desde el Consistorio insistieron en que no sólo hay que respetar el número de hamacas y la ocupación autorizadas sino también el uso, «que debe ser el adecuado».