Un niño de cuatro años de edad falleció ayer ahogado en el complejo turístico Stella Maris, de Sant Antoni, cuando cayó al interior de la piscina del establecimiento, sin que los servicios sanitarios que se desplazaron al lugar de los hechos pudieran hacer nada por salvarle la vida.

El pequeño, de nacionalidad holandesa, se encontraba con su familia alojado en el complejo, que es muy frecuentado por turistas de los Países Bajos desde que es contratado todos los años por un turoperador del citado país.

Por causas que se desconocen el niño cayó al agua poco después de las dos del mediodía, según informaron fuentes del 061.

Tan pronto como se sacó al niño de la piscina, se hizo todo lo posible por reanimarlo mediante las habituales maniobras de recuperación cardiopulmonar, trabajo en el que los efectivos desplazados al lugar invirtieron unos 45 minutos, sin poder obtener los resultados esperados.

La Policía Local, Guardia Civil, así como una UVI móvil con apoyo vital avanzado se habían trasladado rápidamente al lugar en cuanto recibieron el aviso desde este hotel.

A media tarde se movilizaba al equipo de psicólogos del 112 para atender a los familiares del pequeño.

Con flotadores y vigilados

Los servicios de emergencia y organizaciones sanitarias alertan todos los veranos sobre el peligro que entrañan las piscinas para los niños, tanto las de establecimientos turísticos como las de viviendas particulares.

Estas entidades recuerdan que es preciso que los niños que no saben nadar vayan provistos en todo momento de flotadores y estar supervisados de forma constante por algún adulto mientras permanezcan en las inmediaciones de cualquier piscina.