El Ayuntamiento de Ibiza ha impuesto este año 11 sanciones a establecimientos de ocio, la mayoría en la zona del puerto, por exceso de ruido, según explico ayer la concejala de Comercio y Turismo, Gloria Corral, en respuesta a una moción de control de EPIC sobre el estado de la zona portuaria y sa Penya.

Corral indicó que los técnicos han detectado tres puntos, en dos calles del puerto, donde hay un mayor nivel de ruido y que se han revisado los limitadores de sonido de los locales, uno de los cuales había sido manipulado, por lo que la Policía precintó el equipo de música. También se han cursado 71 sanciones por tenencia o consumo de drogas en la calle.

La edil también explicó que se han tramitado dos denuncias a locales por incumplimiento de su horario de cierre y otras dos por pasacalles publicitarios no autorizados. El concejal de EPIC, Antonio Villalonga, advirtió de que en algún desfile aparecen mujeres «semidesnudas, enseñando los pechos». «No digo que tengan que llevar una falda hasta los tobillos, pero consienten esto y luego promueven el Día de la Mujer. Deberían controlar cómo se hacen los pasacalles», dijo Villalonga, a lo que Gloria Corral respondió: «Miraremos a ver si tenemos que llamarles la atención. No dude que lo haremos».

La concejala de Comercio y Turismo también reconoció que este año se han detectado «más prácticas no permitidas a los relaciones públicas» y que, por ello, se ha hablado con los responsables de los locales para advertirles de que estos empleados no pueden salir de su zona de ocupación «ni llamar a la gente». El Consistorio ha impuesto 15 sanciones por publicidad dinámica y ocho por venta ambulante, agregó la edil.

Villalonga recordó que este verano se han instalado, probablemente por el Mundial de fútbol, pantallas de televisión en el exterior de los establecimientos del puerto, lo cual, recordó, está «prohibido». Pese a pedir explicaciones a la concejala de Comercio por este incumplimiento, Corral no hizo ninguna referencia a ello en sus dos intervenciones.

Al final del pleno, la presidenta de la Asociación de Vecinos de sa Riba, Cecilia Galbis, tomó la palabra para denunciar, entre otras cosas, que «el Ayuntamiento tortura a los vecinos con el ruido».