Recuperar algunos de los quirófanos del viejo Can Misses. Es lo que reclamó ayer el portavoz en las Pitiusas del Sindicato Médico de Balears (Simebal), Carlos Rodríguez, para evitar que Ibiza vuelva a quedarse sin quirófanos. Rodríguez calificó de «tremendo», «increíble» e «inexplicable» que el hospital de Ibiza acumule más de 20 días sin poder realizar operaciones, teniendo que derivar a los pacientes urgentes a hospitales de Mallorca o a la Policlínica y cancelando todas las intervenciones programadas.

El delegado sindical asegura que habilitar los viejos quirófanos no sólo sería viable sino que, además, no requeriría mucho trabajo. «Un quirófano se monta rápido», afirmó. Rodríguez aseguró que ya comentaron esta posibilidad, hace tiempo, con el Ib-Salut. «Estos quirófanos serían un plan B. Se podrían utilizar en el caso de que el bloque quirúrgico volviera a quedar inutilizable y también en el caso de que ocurriera alguna catástrofe», insistió Rodríguez. Éste, además, destacó que estas salas de operaciones se podrían quedar como quirófanos para cirugía mayor ambulatoria.

Rodríguez destacó que «en 31 años», los quirófanos del viejo hospital únicamente tuvieron que cerrar en una ocasión «por goteras». De la misma manera, recalcó las diferencias de construcción entre las viejas y las nuevas instalaciones hospitalarias: «No tienen nada que ver. Lo dicen todos los técnicos con los que he hablado: fontaneros, electricistas o albañiles. Sólo tienes que golpear con el puño las paredes de los dos quirófanos para darte cuenta de las diferencias».

Rodríguez explicó que cuando presentaron este proyecto al Ib-Salut les contestaron que ya había un proyecto para el viejo edificio, en el que se ubicarán la unidad de crónicos, un espacio para las asociaciones sociosanitarias, la ampliación de la zona mortuoria, el centro de salud de Can Misses y un espacio para fisioterapia. «Hay prioridades y no se puede permitir que el cierre de los quirófanos obligue a trasladar pacientes que se tendrían que poder operar en Ibiza o cancele cientos de operaciones», indicó. «En Mallorca, si tienen que cerrar en bloque todos los quirófanos de un hospital, tienen otros. Son Espases, Son Llàtzer, Manacor e incluso Inca. Pero cuando eso pasa aquí, es un problema muy serio», añadió. «Deberíamos tener una válvula de escape para estos casos», insistió Rodríguez, que hizo hincapié en las complicaciones que el cierre supone para los usuarios.

«Aumentan las listas de espera. Los que están pendientes de una operación tienen que esperar más y a los que trasladan... La familia tiene que desplazarse, están allí varios días y luego, si surge alguna complicación, el médico que les ha operado no está aquí», detalló antes de apuntar a las complicaciones que estas derivaciones suponen, también, para los hospitales de destino. «Esto puede alterar su programación», apuntó.

De Ibiza a Son Espases

La dirección del Hospital de Son Espases detalló ayer que estos traslados urgentes de Ibiza no han obligado a cancelar o aplazar ninguna intervención. «La coordinación es fluida», indicaron antes de explicar el proceso que se sigue para estas derivaciones. El especialista de Can Misses lo comunica a su homólogo de Son Espases, tras lo que los servicios de Admisión «inician inmediatamente» los trámites para el traslado. «Ambos especialistas acuerdan el día para el traslado y la cirugía, siempre teniendo en cuenta dos aspectos: el bienestar del paciente (que esté el mínimo tiempo ingresado fuera de Eivissa) y que no interfiera en la actividad programada de Son Espases», explicaron desde la dirección. «A su llegada y durante el ingreso en Son Espases, el paciente es valorado por el especialista, que lo reevalúa y decide la indicación de la intervención según la situación clínica del paciente en este mismo momento», continuaron.

Rodríguez se mostró convencido de que, por el momento, se ha trasladado a todos los pacientes que lo han necesitado. «Ningún médico permitiría que se dejara de trasladar a un paciente si cree que hay que operarlo», apuntó el portavoz del Simebal en las Pitiüses, que está convencido de que la aparición reiterada de moscas en el bloque quirúrgico se debe a una mala planificación del edificio y a una mala ejecución de las obras.

«Todos tenían mucha prisa por hacerse la foto e inaugurarlo porque las elecciones estaban cerca. Lo sé porque lo viví en primera persona. Estaba allí y trabajaban hasta las cuatro o las cinco de la madrugada para acabar cuanto antes», recordó. También rememoró los problemas que tenían los profesionales cada vez que reclamaban algún cambio en el proyecto al comprobar que no se adaptaba a sus necesidades. «Lo veían como más tiempo y más dinero», indicó antes de confesar que imaginar qué puede pasar con este edificio en el futuro le da «miedo».