Doce vuelos sufrieron retrasos el domingo por la mañana en el aeropuerto de Ibiza por el peligro que representaba para el tráfico aéreo la presencia de un perro en la única pista del aeródromo, confirmaron ayer desde Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Uno de estos vuelos, el MT 1250 de la compañía Thomas Cook, que despegó del aeropuerto londinense de Gatwick con destino a la isla no pudo aterrizar en Ibiza por este motivo y fue desviado a Palma.

Según AENA, sobre las ocho de la mañana del domingo se advirtió la presencia de un pitbull en la pista, lo que impidió el aterrizaje del avión de Thomas Cook. Los otros once vuelos afectados, que debían despegar del aeropuerto de es Codolar, registraron retrasos de unas dos horas. Los halconeros y los señaleros del aeropuerto, con la ayuda de los bomberos, lograron capturar y sacar al perro de la pista a las 8.30 horas. Los responsables del aeródromo se pusieron en contacto con la Policía Local de Sant Josep, cuyos agentes se encargaron de llevar al animal a la perrera de Can Dog, en Sant Joan.

Desde AENA subrayaron que el personal del aeropuerto intenta ahora encontrar el lugar por el que se coló el perro.

La segunda vez

Es la segunda vez que se produce un incidente de este tipo en el aeropuerto ibicenco. El 21 de noviembre del año pasado, otros dos perros se colaron en las instalaciones, lo cual generó retrasos de unos veinte minutos en cuatro vuelos.

Los pasajeros de uno de los vuelos, operado por la compañía Ryanair y con destino a la ciudad de Valencia, se quedaron muy sorprendidos cuando el comandante de la aeronave anunció por megafonía la causa de la demora en el despegue. Al igual que ayer, desde AENA dijeron entonces que no se sabe por dónde entraron los perros y aseguraron que la valla no tiene ningún agujero.

En febrero del año pasado un temporal con fuertes rachas de viento tumbó parte de la valla del aeropuerto, un incidente que no generó retrasos en el tráfico aéreo y que los operarios de las instalaciones solventaron rápidamente.