La tormenta de arena en Marte que ha dejado sin servicio al todoterreno Opportunity de la NASA ya envuelve todo el planeta. Según informó el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL por sus siglas en inglés) de la agencia espacial americana en un comunicado, la tempestad ocupa un área equivalente a la suma de Rusia y Norteamérica.

La NASA detectó los primeros indicios de la tormenta el pasado 30 de mayo. En muy pocos días aumentó de tamaño y llegó al valle de la Perseverancia, donde se encuentra la sonda Opportunity. El 10 de junio, el todoterreno tuvo que entrar en hibernación y cortar las comunicaciones con la NASA porque la densidad de polvo en la atmósfera lo privó de luz solar, su principal fuente de energía. Los responsables de la misión declararon una situación de emergencia.

La tormenta se ha extendido ahora por todo Marte y ha llegado a la otra punta del planeta, al cráter de Gale, donde se encuentra el todoterreno Curiosity, también de la NASA. Curiosity también ha visto oscurecerse el cielo hasta niveles que jamás se habían registrado en el cráter. Sin embargo, a diferencia de Opportunity, se propulsa mediante energía nuclear, por lo que la tormenta no le supone ningún obstáculo para seguir trabajando.

Estas tormentas se producen con regularidad en el planeta, aunque no siempre tienen una dimensión global.