El Ayuntamiento de Sant Josep retiró la semana pasada 22 vehículos que llevaban mucho tiempo en los depósitos municipales y los llevó a Ca na Negreta para su desguace, una vez finalizados los trámites administrativos correspondientes. Ésta es una medida con la que el Consistorio busca liberar espacio que le permita proceder a la retirada de vehículos abandonados de las calles de los cuales, según asegura la edil de Gobernación y Policía Local, Paquita Ribas, tienen conocimiento gracias en muchas ocasiones a los avisos de los vecinos.

«Necesitamos espacio. Los depósitos están llenos siempre», reconoce Ribas, al tiempo que agrega que saben «de todos los que están pendientes de retirar, porque la Línea Verde funciona y la gente avisa de esto».

Precisamente hace unas semanas varios vecinos de Cala de Bou se quejaban del elevado número de vehículos abandonados, algunos con todo tipo de desperfectos: puertas arrancadas, reducidos al chasis, sin ruedas, etcétera.

Talleres que abandonan coches

Ribas sostuvo que, en efecto, en esta zona se da esta situación y señaló que allí sucede que hay talleres en la trama urbana y que algunos, cuando el Consistorio se descuida, «dejan coches en las calle». «Una vez allí, si no tienen matrícula, es difícil cargar al taller un trabajo que debe ser suyo», dice.

Según la concejala, desde el pasado diciembre llevan «una cuarentena de coches retirados y desguazados» en el municipio, pero sostiene que el proceso «es muy lento». Entre los últimos retirados, varios en el camino de cala Bassa y otro en mitad de la carretera en el camino de cas Colls, cerca de la ronda del aeropuerto. «Vamos haciendo, muy rápido no es, pero vamos haciendo», afirma y apostilla que intentan retirar en función de la antigüedad, «a no ser que haya alguna cosa que tenga peligro, la cual se retira enseguida, independientemente de dónde haya que llevarlo».

Y es que la edil indica que los tres depósitos municipales -en Cala de Bou, en un terreno tras la Ponderosa y en otro del aeropuerto que les dejan usar- están «a reventar». Dice que, como se acumulaba «mucha cosa antigua», han tramitado el desguace de estos vehículos -de ahí los 22 que sacaron la semana pasada-. En este sentido, Ribas añade que confía en dar salida a todo lo antiguo «para finales de año».

Pero además, destaca que estos depósitos no sólo tienen sus vehículos, sino también «de la Guardia Civil y del Consell». En lo que respecta al instituto armado, explica que hay coches que pueden llevar allí «más de seis años». «Si no hacen su trámite o es un coche en investigación judicial, se puede pasar ahí mucho tiempo», afirma y pone de ejemplo una limusina que la Guardia Civil incautó el año pasado, se llevó a un depósito y allí sigue. «Mientras no nos digan que se la llevan o que la podemos retirar no la podemos tocar», dice.

Depósito en sa Coma

En cuanto a los del Consell, recuerda que los taxis pirata que se precintaban también se los tenían que quedar ellos porque la institución insular no tenía donde depositarlos. «Ahora nos han dicho que el Consell tendría un depósito en sa Coma y estamos intentando que se haga cargo de la veintena de coches que tenemos suyos», resalta Ribas, quien apostilla que de este modo, podrían liberar espacio y retirar de las calles «con más facilidad y más rápido».

A este respecto, la concejala lamenta la actitud de los ciudadanos que dejan los coches abandonados en la calle: «Sant Josep, no sé por qué, es un depósito perfecto para todo el mundo. La gente cree que puede dejar un coche en la calle y que no pasa nada», critica y apostilla que cuando un propietario desea deshacerse del coche el procedimiento es «lo más sencillo del mundo»: «Llamas a Ca na Negreta y ellos hacen todo el trabajo».

Según Ribas, cuando les comunican la presencia de un vehículo abandonado la Policía Local acude a comprobarlo y se inicia el expediente administrativo correspondiente. «A veces es un coche que teníamos controlado, al que le han quitado la pegatina y que han movido de calle, por lo que tenemos que volver a empezar», señala y añade que al finalizar el trámite «que es largo y farragoso», se puede desguazar. «A veces los retiramos directamente a Ca na Negreta», resalta sobre el convenio que tienen, pero no siempre es posible.

La edil comenta que disponen de poco personal para estas actuaciones y que van «diversificando». «Intentamos siempre en invierno hacer una buena retirada» porque en verano resulta más complicado, explica. No obstante, asegura que este año ha pedido «que no se deje estar».

Recuerda, además, que no sólo han de retirar vehículos abandonos, sino que tienen trabajo día a día de coches que molestan, mal aparcados, que también han de llevar al depósito. «Por eso vaciarlos es importante», sostiene.