El Hospital Can Misses retoma la actividad quirúrgica tras dos semanas de cierre de seis de los ocho quirófanos por la aparición de moscas el pasado día 6. El director general del Ib-Salut, Juli Fuster, confirmó ayer que los análisis de Microbiología dieron negativo, por lo que a partir de hoy y hasta el día 25 realizará operaciones «urgentes vitales y diferidas».

En cuanto a las 137 intervenciones suspendidas, la gerente del Área de Salud pitiusa, Carmen Santos, indicó que «su prioridad la marcarán los clínicos», por lo que aún no han sido reprogramadas. Sin embargo, según sus declaraciones, esto no implica que pasen «a la cola de listas de espera», ya que intentarán que los pacientes afectados sean atendidos «lo antes posible». En cuanto al resto de citas, Santos aseguró que ayer ya comenzaron a llamar a pacientes para reprogramar las operaciones afectadas por el cierre de quirófanos y que, a partir del día 25, se retomará la actividad programada habitual.

Para compensar la interrupción durante dos semanas de la actividad quirúrgica, la gerente de Can Misses anunció que se ha planteado a los facultativos realizar intervenciones quirúrgicas por las tardes para reducir la lista de espera. Este «plan extraordinario» dependerá de la «disponibilidad de los profesionales», entre los que destacó que varios han retrasado e incluso cancelado sus vacaciones para reducir la lista de espera.

Trabajos previos

Los trabajos previos a la apertura de hoy de los seis quirófanos comenzaron ayer con su recepción y con el traslado del material del quirófano de Urgencias, que, junto al de cirugía mayor ambulatoria, serán inspeccionados como medida preventiva, ya que en ellos no se han detectado problemas. En el de maternidad no se llevará a cabo ninguna actuación.

En la rueda de prensa, celebrada ayer por la mañana en el edificio J, también estuvieron presentes el secretario general del Ib-Salut, Manuel Palomino; la directora médica, Elena Bustamante; la directora de Enfermería, Noelia Azqueta, y el director de gestión, Yago Gómez. Por ahora, la consellera balear de Salud, Patricia Gómez, no tiene previsto acudir, «en principio», al Hospital Can Misses, aunque ha estado «al corriente de todo». Cuando Fuster fue preguntado por si no es una situación lo suficientemente grave para que Gómez visitara el hospital, respondió, irónicamente, «si ella arreglaría alguna grieta» y remarcó que la consellera balear de Salud ha dirigido todas las actuaciones llevadas a cabo.

Fuster tampoco aportó datos sobre el coste aproximado que supondrá el cierre de los quirófanos, tanto de los traslados de pacientes (que este diario cifró en al menos 190.000 euros, según los precios de los servicios de la sanidad pública balear) como de las actuaciones en el edificio del área quirúrgica e insistió en que la «prioridad es encontrar soluciones a la aparición de moscas y no discutir presupuestos». «No hemos reparado en gastos para arreglar los desperfectos», sostuvo Fuster.

Posible sanciones

En cuanto a las posibles sanciones a la concesionaria, el director general del Ib-Salut afirmó que es «pronto» para saber su alcance y recordó que ya se ha abierto un expediente por esta incidencia.

Sobre la gestión de los servicios no sanitarios, Fuster insistió en que continúan a cargo del Ib-Salut, pero no podía asegurar si lo harían de forma definitiva.