La conselleria balear de Educación sostiene que un discapacitado de 16 años no puede continuar escolarizado en Can Raspalls, en Sant Jordi, y que el recurso más adecuado para él es el aula Ueeco (Unidad Específica Educativa en Centro Ordinario) de un instituto. La madre del afectado, Mari Carmen Escandell, alega que, pese a la edad de su hijo, su desarrollo cognitivo es como el de un bebé, por lo que prefiere que continúe en la escuela, donde hay plazas vacantes. Sin embargo, la conselleria balear de Educación ha rechazado su petición.

El director general de Innovación y Comunidad Educativa del Govern, Jaume Ribas, explicó a este diario que la conselleria balear de Educación ha denegado la petición de Fernández de volver a escolarizar a su hijo, Juan Carlos, en Can Raspalls, porque los centros de primaria sólo son para alumnos de hasta doce años e insistió en que el año pasado ya se hizo una excepción para este caso. «¿Le tenemos que mantener toda la vida en un centro de primaria porque no va a evolucionar? En las aulas Ueeco de los institutos también se ofrece una atención adecuada para las personas con discapacidad. Entiendo la preocupación de la madre, pero su hijo estará igual de bien que en la escuela en el centro de secundaria», justificó Ribas.

Además, Ribas recordó que la conselleria balear de Educación ofrece a este alumno una «escolarización combinada» en el primer trimestre del próximo curso entre el aula Ueeco de Can Raspalls y la del instituto que le corresponda, una propuesta que a la madre del discapacitado le parece «inviable». «A mí me parece bien esta alternativa, pero Juan Carlos tiene material específico para el aula, como una silla y un caminador, que deberían transportarse de un sitio a otro».

Sin embargo, el director general de Innovación y Comunidad Educativa del Govern señaló que se estudiará qué elementos necesita para favorecer la transición de la escuela al instituto de este alumno y que dispondrá de un programa de acompañamiento. «Entendemos el temor de los padres, pero velaremos por que su hijo esté lo mejor posible», remarcaron desde la conselleria balear de Educación.

En cuanto a las críticas de la madre del discapacitado de que ninguna de las personas que han firmado el informe desfavorable de la continuidad del menor en Can Raspalls han visto a su hijo, Ribas defendió que no es necesario ver a todos los afectados para decidir sobre su situación. «Los técnicos y expertos se encargan de ver y evaluar estos casos, no es necesario que yo, como director general,visite a todos las personas en estas circunstancias, ya que de lo contrario no tendría sentido la estructura piramidal de la conselleria», argumentó Ribas. Desde Educación hicieron hincapié en que conocen perfectamente este caso y que han valorado la situación de Juan Carlos, pero añadieron que la conselleria balear de Educación no puede hacer otra excepción. «Un centro de primaria es hasta los doce años y la normativa permite prorrogar un año más, y él ha estado hasta los 15», destacó el director general, que reiteró que el aula Ueeco del instituto en el que se matricule es un recurso adecuado para él.

No obstante, la madre del menor insistió en que es mejor para su hijo estar rodeado de niños en vez de adolescentes, dado su desarrollo cognitivo. Uno de los principales argumentos de la familia, recogido en la petición para solicitar la permanencia «extraordinaria» de Juan Carlos en el aula Ueeco de Can Raspalls, y que fue denegada por Educación, es que el cambio a un instituto sería «contraproducente, ya que el colegio le ofrece seguridad, tranquilidad, disposición para reaccionar a los estímulos y fomentar la capacidad de interacción». «Juan Carlos está muy motivado en Can Raspalls porque sus compañeros juegan y aprenden con una metodología más adaptada a su nivel cognitivo. ¿Qué va a hacer él en un instituto rodeado adolescentes?», se preguntó la madre del niño.