Las carabelas protuguesas no dejan de aparecer en la costa pitiusa y ayer un ciudadano las fotografiaba en Cala Vedella, al mismo tiempo que comentaba a este diario "lo hermosas que son" a pesar de que su picadura sea muy molesta.

Desde el pasado mes prolifera en todo el Mediterráneo este hidrozoo (que no pertenece a la familia de las medusas) y que tanto revuelo ha levantado, ya que en un primer momento se había corrido la voz de que su picadura llegaba a ser hasta "mortal", extremo que se desmintió. Sin embargo, sí es cierto que es muy dolorosa.

Su hermoso color púrpura, al menos, hace que pueda detectarse más fácilmente que las medusas, además de que siempre van en grupo, por lo que no pasan desapercibidas.

Las carabelas portuguesas llegan a Ibiza por la sencilla razón de que "el viento las empuja hacia aquí", explica el biólogo marino Manu San Félix. Su medio de transporte es fundamentalmente ese: el viento, más incluso que las corrientes. De hecho, el aire las impulsa a través de la superficie marina gracias a la estructura que tiene el animal en la parte emergida, a modo de velero.

"Siempre van en grupo, por lo que nunca hay término medio. O se ven muchas o no se ve ninguna", manifestó el biólogo, quien añadió que esta proliferación "puede durar un día o un mes", dependiendo de las condiciones atmosféricas.

El temor de los empresarios turísticos de las Pitiusas es que la presencia de carabelas portuguesas obligue a cerrar alguna playa de Ibiza o Formentera (como ocurrió el 13 de abril con el cierre de la playa de ses Salines) en plena temporada.

Se pone en marcha un grupo

Se pone en marcha un grupomedusas carabelas portuguesas carabelas portuguesas

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La picadura de la carabela portuguesa

La picadura de la carabela portuguesatoxina una picadura más fuerte

En primer lugar hay que retirar los restos de tentáculos que puedan haber quedado en la piel. Este proceso debe hacerse con guantes para evitar que el veneno pase también a las manos.

También se puede lavar la zona con agua caliente para aliviar el dolor. En este caso es preferible evitar el vinagre (que sí está indicado en algunos casos de picaduras de medusas) si la zona no se ha limpiado correctamente con anterioridad.

Una vez lavada la zona es muy importante evitar la exposición directa de la zona afectada a la luz del sol.

Del mismo modo, no es nada recomendale rascarse.

Si los síntomas de dolor y picor no disminuyen es aconsejable acudir a un centro médico para que un especialista prescriba el tratamiento más adecuado que suele consistir en cremas con corticoides e incluso la administración de antihistamínicos por vía oral.