El Parlament balear aprobó ayer por unanimidad una moción del PP para que se acometan con «urgencia» las modificaciones normativas necesarias que «eliminen las trabas» que impidan el funcionamiento de la residencia asistida de Cas Serres como hospital autorizado. A propuesta de Podemos, se incorporó otro punto, que no obtuvo quorum (PSOE y Més se abstuvieron y hubo cinco votos en contra), al objeto de que la proposición de ley presentada por su grupo para que se reconozca «la excepcionalidad» del centro de Cas Serres para mantener la condición de hospital, se tramite con «la máxima celeridad» y se debata en el pleno «no más tarde de junio».

El diputado de Podemos Aitor Morrás destacó que de la misma manera que con la nueva ley urbanística se han aprobado «medidas excepcionales para beneficiar a familias de renombre de Ibiza», en referencia a Matutes, aunque sin mentarlo, «no tiene que haber problema alguno» para hacer lo mismo con la finalidad de garantizar el mantenimiento de la actividad hospitalaria de Cas Serres.

Pese a la unanimidad en la Cámara, los grupos lanzaron duras críticas a la gestión de la consellera balear de Salud, Patricia Gómez, del PSOE, y al equipo de gobierno del Consell por la gestión de este asunto. Todos ellos ensalzaron, incluido el diputado del PSOE Xico Tarrés, «la presión y movilización ciudadana» para lograr que el Govern haya dado marcha atrás en su intención de revocar la acreditación de Cas Serres como hospital.

El diputado del PP Vicent Serra destacó, en su intervención, que en 2006 no hubo ningún obstáculo para renovar dicha acreditación y que, como desde entonces no se ha producido ningún cambio normativo, tampoco debería haberlo habido en este caso. Así, resaltó «el pasotismo» del Consell ya que pidió la renovación «tarde».

«Han entrado como un elefante en una cacharrería para al final volver a ponerlo todo en su sitio», destacó Serra, que insistió en la necesidad de que se mantenga la acreditación de hospital de todo el centro, no sólo de 15 camas, para mantener la calidad del servicio. De lo contrario, por ejemplo, «se bajaría la calidad asistencial porque no se requeriría, por ejemplo, que las auxiliares de enfermería estén tituladas como tal o no haría falta que haya un médico 24 horas», dijo.

Proposta per les Illes (PI), Ciudadanos y la diputada Xelo Huertas, ex de Podemos, arremetieron con dureza contra el Govern y el Consell por haber generado esta situación. «Llama la atención la nula resistencia del Consell, que en dos años no ha movido un dedo dejando en absoluto desamparo a los trabajadores», destacado Olga Ballester, de Ciudadanos. «No saben valorar lo que tienen», añadió.

Nadie pide dimisiones

«Ahora todo el mundo se esconde y ponen a trabajar el Parlament para que arregle esta chapuza», dijo Huertas, quien, además de tachar de «tercemundista» la sanidad en Ibiza, echó en falta que no se hayan pedido dimisiones. También afirmó que es «triste» que ningún diputado ibicenco haya pedido que el Ib-Salut asuma la gestión de Cas Serres.

Dicho esto, Huertas se ausentó de la sala y no escuchó la réplica de Vicent Serra, quien, además de criticar su ausencia y su desconocimiento del caso, recordó que el Consell quiere «las máximas competencias» y por tanto el mantenimiento de la gestión de este centro.

El diputado socialista Xico Tarrés fue el único que valoró las disculpas de la consellera de Salud por «la preocupación generada a los trabajadores y usuarios» de Cas Serres y recalcó que «aumentarán los servicios que se prestan». También dijo que el diputado de Podemos debería haber sido «el primero» en agradecer las medidas que se han adoptado «y lo rápido que se ha hecho». «Le gustará o no pero todos nos hemos equivocado».

En la misma moción se incluyó, a propuesta de Gent per Formentera y con el apoyo de todos los grupos, instar al Govern a que explique los motivos del retraso en la adjudicación de la reforma del edificio del antiguo hospital Can Misses y a que se aceleren las actuaciones para que su puesta en marcha sea una realidad el año que viene.