La Colla de sa Bodega cierra este sábado, entre las 16 y las 20 horas en el nuevo colegio Sa Bodega, los actos de celebración de su 30 aniversario con una gran fiesta a la que están llamadas todas las personas que en algún momento han pasado por este grupo folclórico.

«Vamos a hacer una merienda y a intentar reunir a todos los componentes y excomponentes de la colla, desde la gente que empezó hace 30 años a los que la forman en la actualidad, y aprovechar para bailar todos juntos», explica Cata Prats, una de las directivas de la agrupación.

Además, proyectarán un vídeo en el que han recopilado fotos históricas, desde su primera ballada a las del día de hoy.

«No sabemos muy bien cuánta gente ha pasado por la colla en todo este tiempo -sigue Prats-. solo yo ya he avisado a más de cien personas y otros miembros también, y esperamos que vengan los más posibles, todos los que quieran».

La Colla de Sa Bodega está formada en la actualidad por unas 50 personas entre pequeños y mayores. Es casi una escuela de baile tradicional, que durante estas tres décadas ha formado a decenas de balladors. «Hay gente que entra y sale, que empieza de joven y se va a estudiar, que se casa y tiene hijos y ya no puede venir a bailar... pero todos se mantienen más o menos cerca de la colla. También tenemos a alguno que empezó con tres años y sigue con nosotros», explica Prats.

Facturas de las 'emprendades'

En estas tres décadas la Colla de Sa Bodega ha bailado por todos los pueblos de las islas, especialmente en Vila, donde nació, y por infinidad de lugares: «Hemos recorrido toda la geografía de la península, tanto en España como en Portugal, y hemos viajado a muchos lugares, a Holanda, Italia, Alemania... y hasta China». «Por ahí la gente alucina, por el baile, por los trajes y por la cantidad de oro de las emprendades, que nos han dado más de un problema en aeropuertos. Nos han llegado a pedir que presentemos factura... y dónde está la factura de una herencia de siglos», ríe Prats.