El porc negre de Ibiza y Formentera está cada vez más cerca de ser reconocido como raza oficial por parte del Ministerio de Agricultura, una distinción que permitirá «darle un valor en el mercado y que pueda competir como un producto de calidad diferenciada», tal y como destaca Ander Arando, del departamento de Genética de la Universidad de Córdoba.

También se ha desplazado a Ibiza el mayoral ganadero de la Diputación de Córdoba Joaquín Doctor, quienes se encuentran en plena campaña de caracterización morfológica del cerdo autóctono, junto a los técnicos de la empresa pública Semilla y la veterinaria de la Federación Pitiusa de Razas Autóctonas (Fepira), Sara Vergés.

«Con este proceso se identifican las características morfológicas de la raza, es como si definiera cómo debe ser el porc negre platónico que sirva de modelo para evaluar a los animales que vayan a registrarse en el árbol genealógico», precisa el presidente de Fepira, Xavier Prats. A simple vista, este cerdo destaca por su pelo negro y un perfil de cabeza cóncavo y, sobre todo, por contar con un ADN diferenciado del resto de razas, tal y como ha demostrado el estudio genético de la Universidad de Córdoba, el paso indispensable para el reconocimiento oficial del Ministerio.

La jornada de medición de los animales se lleva a cabo en Can Marc des Vildo, la finca de Sant Carles de Toni Guasch. Esta ganadero ya contaba con una amplia granja de pollos y una cabaña de cerdo blanco cuando se animó a criar también el porc negre a petición de clientes para la elaboración de sobrasada. «Esta carne tiene mayor grasa infiltrada y le aporta más sabor», destaca Guasch.

En Can Marc des Vildo cuentan con cinco hembras reproductoras de raza pitiusa y un semental para la reproducción de ejemplares destinados a la elaboración de sobrasada. Joaquín Doctor se encarga de pesarlos: unos 150 kilos las hembras y entre 200 y 250 los sementales. «No cuenta ningún trabajo hacer las mediciones a estos cerdos porque son de una raza muy dócil», destaca el mayoral.

Tras su campaña en Ibiza, el equipo veterinario se desplaza mañana a Formentera para evaluar a una quincena de ejemplares.

Salvado gracias a Formentera

Precisamente, la raza, que ya se había extinguido en Ibiza, se ha podido recuperar gracias a una pareja de porcs negres que quedaban en Formentera. En una década se ha podido llegar a los 60 reproductores de la actualidad. «Todavía es una cifra escasa y la población sigue en riesgo de extinción, pero somos optimistas porque vemos que cada vez hay más gente interesada en la producción y cría», valora Prats.

Producción

Una vez que finalice la campaña para definir de manera científica las características morfológicas del cerdo ibicenco, el siguiente proceso que llevará a cabo el equipo veterinario será la caracterización productiva, a partir del estudio de su capacidad reproductora. Tras esta tramitación, el porc negre de Formentera y Ibiza ya tendrá encaminada su declaración como raza autóctona oficial.

Las razas pitiusas crecen hasta un 10% al año

La población de los animales de granja de raza pitiusa está creciendo a un ritmo anual de entre un cinco y un 10%, según destacó el pasado mes de febrero el director de la comisión de seguimiento de razas autóctonas, el genetista y catedrático de la facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba Juan Vicente Delgado.

A pesar de estas cifras, que invitan al optimismo de cara a una estabilidad futura, se considera que una raza autóctona se encuentra fuera de peligro a partir de los 9.000 ejemplares, una cifra muy lejana a las que a día de hoy registran las cinco razas autóctonas, ya que ninguna llega a los 250. En estos momentos, la cabaña de ovejas cuenta con 215 cabezas de adultos reproductores ; la de cabra, con 200; la de conejo, con 80; la de gallina, y la de ´porc negre´, con 60, según el censo de la Federación Pitiusa de Razas Autóctonas.