Nada más llegar a la consulta improvisada en uno de los laboratorios de Instituto de Educación Secundaria Balàfia, en Sant Llorenç, lo primero que hace Carmen Cuadra es encender una vela aromática. Luego busca en su tableta música zen, se pone su bata de enfermera y extiende sobre la mesa varios papeles, un bolígrafo y un tensiómetro. Esas son sus herramientas. Dos lunes al mes, esta enfermera inquieta está a cargo de la ‘Consulta Jove’, una iniciativa de la conselleria de Salud y Consumo que se canaliza a través de los centros de Atención Primaria. Este programa nació en Mallorca en el curso 2004-2005, aunque en Eivissa lleva desde septiembre de 2017 y en Formentera desde unos meses más.

Carmen Cuadra explica que, como parte de su trabajo, suele dar charlas en algunos institutos, por lo que un día pensó que era buena idea ofrecer la posibilidad de contar con una consulta de enfermería. Comenzó a indagar y comentó la iniciativa al coordinador de Atención Primaria de Santa Eulària. Así se enteró de que ya existía la ‘Consulta Jove’ aunque en Ibiza no se había implantado todavía.

Decidió ponerse manos a la obra y explicarles la idea a la dirección del IES Balàfia. Una vez aceptada por todos, Carmen habló con Onofre Sáez, enfermero de Formentera, y con una enfermera de Mallorca, que se ocupan de esta consulta. «Además estoy pendiente de ir a Palma para participar en un taller de formación», apostilla.Sorpresa y preocupación

Sorpresa y preocupaciónAunque no haya adquirido la formación específica para esta misión, Carmen Cuadra lleva tantos años de experiencia que encara con mucho ánimo esta nueva misión que ella misma se ha asignado. «Creía que acercando la enfermera a los adolescentes, en un ambiente menos hostil que un centro de salud, se atreverían a consultar dudas sobre sexualidad, alimentación, psicología o drogodependencia», apunta Carmen. Y así es. «La verdad es que estoy bastante sorprendida. Nunca pensé que me iba a encontrar con problemas tan fuertes», señala.

Y es que los asuntos más frecuentes que ve en las consultas están asociados al consumo de drogas. La preocupación es tan grande que la primera persona que acudió a la Consulta Jove el día en que se realizó este reportaje, a finales de enero, fue un profesor muy preocupado por un alumno.

Para los jóvenes, uno de los principales alicientes que tienen estas consultas es la confidencialidad. Carmen Cuadra explica que, por ejemplo, si un alumno le cuenta que tiene ansiedad o un problema de drogodependencia, intenta trabajar con ellos las claves y herramientas que le lleven a conseguir su objetivo de salud, al tiempo que busca ayuda con el resto del equipo multidisciplinar.

Además, cuando se detecta cualquier problema que pueda afectar a la salud o poner en peligro al joven, se le deriva al centro de salud o al equipo de orientación del centro.

Otros de los temas que suelen preguntar los alumnos con más frecuencia están relacionados con trastornos de la alimentación y problemas psicológicos.

Pronto habrá otra ‘Consulta Jove’ en la isla. África Nuez, enfermera del Centro de Salud de Sant Jordi, implantará este programa en el Instituto Algarb. «Me comentaron la idea en el centro de salud, me gustó y, de momento, estoy aprendiendo con Carmen», dice.

Acaba la consulta de dos horas dos veces al mes, aunque si hubiera más demanda se podría ampliar el horario, y Carmen cumplimenta unas estadísticas totalmente anónimas para llevar un registro que luego enviará a la conselleria de Salud. Además, se guarda sus propios apuntes, porque «muchos alumnos vienen varias veces y así se ve su evolución», argumenta mientras recoge sus cosas.