Ports de les Illes Balears proyecta acometer a partir de mediados de octubre, después de la temporada turística, la reforma del paseo del puerto de Sant Antoni, entre el estacionamiento de pago de la empresa pública del Govern, junto al dique, y la intersección del Passeig del Mar con las calles del Far y Santa Agnès, que es la que da acceso a la zona del West End.

Se actuará en la zona peatonal del paseo, en un tramo con una longitud de casi 272 metros y una superficie aproximada de 2.523 metros cuadrados. Las obras consistirán en la eliminación de obstáculos para los peatones, como los aparcamientos privados de la zona de los pescadores y el Club Nàutic, que se desplazarán y se ubicarán junto al vial rodado del Passeig de la Mar.

Así, los vehículos podrán acceder directamente a la calle sin entorpecer el paso de los viandantes. También se colocará un bordillo para impedir que, en la zona de aparcamiento para 50 motocicletas, los vehículos invadan el carril para bicicletas y el espacio reservado para los peatones.

También se embellecerá el paseo con la instalación de nuevo mobiliario urbano y pérgolas formadas con una estructura metálica. Habrá dos zonas con sombra de 10 metros de largo por cinco de ancho y 3,6 de alto.

El Consell de Govern autorizó ayer a la empresa pública Ports de les Illes Balears el inicio del expediente de gasto del proyecto, el paso previo a su licitación, con un presupuesto de casi 570.000 euros. El plazo de ejecución de las obras es corto, de «entre dos y tres meses», según explica el director general de Puertos y Aeropuertos del Govern Xavier Ramis.

Evitar las prisas

Evitar las prisas

Inicialmente, se preveía que las obras podrían estar listas «en junio o julio», pero la conselleria balear de Territorio y el Ayuntamiento de Sant Antoni han decidido posponer el inicio de los trabajos unos meses para «no entrar en conflicto con el turismo». «Se podría difundir una mala imagen», explica Ramis, que agrega: «No queremos que las prisas puedan afectar a la calidad de las obras». En todo caso, el director general de Puertos calcula que la reforma del paseo esté lista antes de final de año.

El proyecto contempla la eliminación de los bolardos de fundición ubicados en la entrada y salida del puerto deportivo del Club Nàutic. En su lugar, para delimitar los carriles de acceso de los vehículos, se colocarán los hitos de piedra de Ports. Actualmente, los peatones atraviesan este espacio por un paso de cebra de dos metros y medio de ancho. Esto cambiará: los ciudadanos podrán desplazarse por todo el ancho de la plataforma. Ahora, dos terceras partes de este espacio lo ocupa un aparcamiento de vehículos privado, cuyo acceso se efectúa por el interior del paseo, lo que supone un riesgo.

Reubicación del 'parking'

Reubicación del 'parking'Para eliminar este obstáculo y ganar espacio para los viandantes, las plazas de parking (14 para coches y dos para motos, cuyo uso está restringido para Ports) se desplazarán y se ubicarán, en batería, junto a la calzada al objeto de que los vehículos se puedan incorporar directamente al Passeig de Mar sin impedir el paso de los peatones.

Lo mismo se hará en el estacionamiento de la zona de los pescadores, que también ocupa gran parte de la plataforma, lo que provoca interferencias entre los vehículos y las personas. Las 18 plazas de aparcamiento para uso exclusivo de los pescadores se ubicarán, en batería también, junto a la calzada del Passeig del Mar.

Asimismo, se prevé eliminar parte de la esquina del cruce del Passeig del Mar con la calle del Far para facilitar la maniobra de entrada y salida en el varadero. En este momento, los remolques de mayores dimensiones sólo pueden entrar en el recinto en marcha atrás. Esta maniobra genera graves interferencias con el resto del tráfico rodado y peatonal, según apunta el proyecto.

La eliminación de parte de la esquina aumentará el radio de giro y facilitará el acceso al varadero. En todo caso, los transportes más grandes aún deberán acceder a esta zona en marcha atrás.

Entre otras cosas, como el proyecto contempla una nueva alienación del bordillo para separar el vial rodado del Passeig de la Mar de la plataforma de uso exclusivo para peatones, se deberá instalar un nuevo sistema para drenar el agua de escorrentía.