La ratio de turistas por cada residente en las Pitiusas se disparó a partir del año 2010, hasta alcanzar los 25,56 viajeros por cada habitante. Es una de las tasas más elevadas del planeta, solamente superada por la de Andorra, donde alcanzan los 33,5 turistas por residente, según se especifica en el 'Estudio sobre la capacidad de carga socioambiental de Ibiza', elaborado por la Societat d'Història Natural de les Balears (SHNB) y un equipo compuesto por miembros de los departamentos de Geografía y de Biología de la Universitat de les Illes Balears (UIB), a petición de la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera.

«Sin duda -se añade en el estudio-, este indicador nos apunta claramente que la llamada saturación turística, más allá de las interpretaciones que la sitúan en el ámbito sociopsicológico -en el campo de las sensaciones-, es algo real y palpable», lo cual contrasta con la reciente afirmación del presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres, de que «la masificación ha existido en la isla toda la vida».

Más turistas que alojamientos

Más turistas que alojamientos

El informe incluye 28 indicadores de sostenibilidad en ocho ámbitos temáticos (territorio, capacidad de alojamiento, turismo y presión humana, movilidad, biodiversidad, residuos, energía y ciclo del agua). A partir de los resultados obtenidos y de los escenarios que de ellos se derivan, se concluye que es necesaria «la adopción de algún sistema de información sobre el rumbo del modelo de crecimiento», así como «reflexionar sobre la isla que se desea dejar a las próximas generaciones».

El estudio hace hincapié en el índice de presión humana. A principios del mes de agosto, cuando ese indicador es más alto, la capacidad de alojamiento total supera el 122%: «Es decir, hay más personas en la isla que plazas disponibles para alojarlas. Ello nos da una clara muestra de la saturación alojativa de la isla». No son sensaciones, es la realidad. De la misma manera, no siempre fue así. Hace sólo 17 años, la tasa de ocupación era del 100%, 22 puntos porcentuales menos.

Señala, además, que en el año 2016 se computaron en Ibiza unas 204.534 plazas para un total de población residente de 142.065 personas, de lo que resulta una tasa de ocupación de 69,45%, cuando en el año 2001 era del 55,57%: «Este dato implica la disminución de la capacidad de alojamiento residencial en un 24,5%. Este declive viene dado por el aumento de la población residente en la isla y el estancamiento de la construcción de viviendas desde el estallido de la crisis inmobiliaria», alertan los autores del informe.

También indican que «el total de plazas turísticas no regladas en viviendas en el año 2016 giraba en torno a las 18.000 o 23.000, lo que supondría entre unas 3.100 y 3.900 viviendas». Esa tendencia ha traído consigo «nuevos problemas sociales graves, como los abusivos precios de alquiler y compra y la consecuente expulsión de la población local».

El 82% del sueldo va al alquiler

El 82% del sueldo va al alquiler

Tampoco los alquileres o precios de las viviendas fueron siempre como los actuales: «En 2016 se necesitaban 20 años, aproximadamente, para pagar una vivienda de superficie media (97 m2) con el salario medio íntegro, cuando se recomienda que el esfuerzo financiero para la adquisición de una casa no supere cuatro años íntegros de la renta disponible anual».

Así, los elevados precios provocan que se destine «el 82% del salario medio al alquiler, cuando la UE establece que un hogar está sobrecargado cuando se destina más del 40% de la renta disponible a los gastos de vivienda».