Una cliente del almacén de la empresa Ikea en Ibiza ha presentado una denuncia ante la dirección general de Consumo del Govern balear y otra ante la propia firma comercial después de que una dependienta de este establecimiento le exigiera anteayer, «de muy malos modos y a gritos», que le hablara en castellano y no en catalán, lengua en la que se había dirigido a la citada dependienta.

«Me dirigí a la dependienta de forma muy educada, en mi lengua, y ella, gritando, me ha obligado a hablarle en español o inglés», afirmó la denunciante, Paquita Planells.

«Ante esta respuesta, le hablé en inglés y ella, con muy malos modales, me ha dicho: 'Estamos en España y aquí se habla español'», añadió. Luego le dijo que acudiera a otra dependienta para ser atendida.

Planells añadió que, en realidad, suele usar normalmente en castellano en este tipo de establecimientos y que no tiene «ningún problema» para hablar en esta lengua a quien no entiende el catalán. «Pero al menos, que lo digan con respeto y no de forma tan despectiva y ofensiva a un cliente», señaló.

La denunciante considera que la empresa debería tomar medidas para que no se repitan este tipo de situaciones y recordó que «en España se hablan cuatro idiomas, y no uno solo».

También afirmó que «una persona como esta no es apta para trabajar de cara al público» y confió en que la denuncia que también ha cursado a Ikea dé algún tipo de resultado. «Esto puede pasar tanto aquí como en Cataluña, el País Vasco o Galicia, y no ha de pasar», afirmó.