Han sido bastantes meses de trámites, pero parece que finalmente el Consell podrá cumplir con su previsión de dar curso al proyecto revisado del Parador de Turismo en el Castillo de Dalt Vila antes de terminar el año. De hecho, esta mañana está previsto que el pleno de la Comisión Insular de Urbanismo y Patrimonio (Ciotupha) emita su dictamen favorable al proyecto revisado que remitió Turespaña este pasado verano. Desde el organismo dependiente del Ministerio de Energía y Turismo insistieron ayer en que Turespaña tiene fondos para retomar en 2018 este proyecto, que en Madrid desconocían que podría completar su tramitación hoy.

En concreto, una portavoz de Turismo explicó que una vez que reciban el anteproyecto aprobado, se procederá a la redacción del proyecto ejecutivo, al que se incorporarán las modificaciones que introduzca la Ciotupha, para pedir la licencia de obras al Ayuntamiento de Vila.

La misma fuente recordó quer «la licitación de la obra está prevista» y cuenta con la partida necesaria en los presupuestos de 2018 de Turespaña, en el cuestionado capítulo de gastos «para construcción, amplicación, equipamiento y adquisición de inmuebles», ya que no se concreta cuánto de los 10 millones que incluye se destinará a Ibiza. En todo caso, sería la mitad de los 22 millones que se calcula que costará terminar unas obras paralizadas desde hace seis años, cuando estaban ejecutadas al 60%, según se dijo entonces.

El proyecto se ha tenido que modificar para preservar los importantes restos hallados durante las catas arqueológicas. También se ha alterado la distribución del aparcamiento previsto en es Soto, aunque la solución elegida tras un concurso de ideas ha sido muy criticada por arquitectos como Salvador Roig. Éste llegó a dimitir el pasado verano como profesional de prestigio en la Ciotupha, en protesta por la obstinación del resto de administraciones en favorecer un proyecto que, en su opinión, altera la volumetría del recinto amurallado -como ya ha hecho la planta que se ha ganado para habitaciones- y pone en riesgo la propia estructura de las murallas, según comentaron fuentes de su entorno.