La Comisión de Medio Ambiente de Balears ha informado favorablemente a la declaración de impacto ambiental del proyecto de instalación de un parque fotovoltaico en la finca Can Mariano Lluquí, en Sant Miquel, al entender que «previsiblemente no se producirán impactos adversos significativos». El proyecto, que promueve Sun Awip 2020 S. L., será «el primer parque fotovoltaico» de Ibiza», según dijo hace unos meses el director general de Energía y Cambio Climático del Govern, Joan Groizard, que, entre otras cosas, destacó que «sólo ocupará el 0,02% del territorio del municipio» y suministrará a la red eléctrica un total de 3.650 kwh al año, lo que supone «el 10% de la demanda eléctrica de Sant Joan».

El proyecto contempla la instalación de 9.240 paneles solares, que ocuparán una superficie de unos15.000 metros cuadrados. Todas las instalaciones del parque abarcarán un espacio de casi 30.000 metros cuadrados, la mitad de la superficie total de la parcela. El terreno está calificado como suelo rústico (antiguo campo de cultivo), aunque una pequeña parte es forestal. Una zona está afectada por un Área de Prevención de Incendios, que limita con una zona de alto riesgo.

Condiciones adicionales

Según el estudio de impacto ambiental, los paneles solares se ubican fuera de la zona de riesgo de incendio, pero los técnicos constataron a través del visor cartográfico del Govern que se preveían algunas placas en el área vulnerable de incendios. No obstante, el pasado mes de septiembre, el promotor presentó nueva documentación en la que explicaba que se iban a desplazar las placas que estuvieran en la zona de riesgo. También informaba al Govern de que se iba a dejar un espacio libre de 25 metros entre los paneles y la masa forestal.

En todo caso, además del cumplimiento de las medidas preventivas previstas en la declaración de impacto ambiental, la Comisión de Medio Ambiente de Balears introduce una serie de condiciones para mitigar el peligro de fuego. Primero, antes del inicio de las obras, el promotor deberá obtener un informe favorable por parte del Servicio de Gestión Forestal y Protección del Suelo, especialmente en lo que concierne a la ubicación final del punto de conexión de las instalaciones fotovoltaicas a la red eléctrica aérea de media tensión existente. Del mismo modo, se tendrá que redactar un plan de autoprotección de incendios forestales para las instalaciones que se ubiquen en zona de riesgo. Las obras se ejecutarán fuera de la temporada de riesgo de incendio.

Otra de las cuestiones que apunta el organismo ambiental de la Comunitat Autònoma se refiere a la existencia de yacimientos arqueológicos. El informe del Consell de Ibiza, de julio de 2015, apuntaba que en esta finca se sitúan «numerosos yacimientos y tiene fragmentos de cerámica de la época antigua (púnica-romana) en toda su superficie». Por ello, antes de que se inicien las obras también habrá que contar con un informe favorable del departamento de Patrimonio del Consell de Ibiza.

Cuatro proyectos en cartera

La limpieza de las placas se deberá realizar en seco, sin el uso del agua, con la finalidad de ahorrar este recurso, según señala también la comisión ambiental.

Actualmente, la Administración está tramitando cuatro proyectos distintos para la instalación de parques de placas solares, y el de Can Mariano Lluquí es el que está más adelantado, según Groizard. En octubre, el director general de Energía y Cambio Climático explicó en Ibiza que bastaría desplegar paneles fotovoltaicos en el 2% del territorio para «cubrir el cien por cien» de la demanda eléctrica de la isla. Groizard reconoció que la implantación de sistemas de generación de energías renovables es «una gran asignatura pendiente» en Balears, pero sobre todo en Ibiza.