Contratar a más profesionales, organizar más actividades y poner en marcha un proyecto de inserción laboral. Son algunas de las iniciativas que le gustaría poner en marcha lo antes posible a la asociación Asperger Ibiza y Formentera con el dinero que recaude en la exposición 'Arte y solidaridad', que se inaugura hoy a las nueve de la noche en la sala Ebusus de Vila.

En la muestra participan una veintena de artistas de la isla: Antonio Hormigo, Juan Carlos Llabrés, Josep Rosales, Miguel Ángel García, Willie Márquez, Josep Buforn, Diana Bustamante, Doralice Souza, Júlia Ribas, Tito López, Trini Cambrón, Gabriel Torres, Dani Orio, Toni Montero, Elvira Escandell, Ángel Lloreda, Jef Vanderaerdan, Sara Moya y Susana Albadalejo.

«Un amigo que es artista y que es consciente de que con las ayudas de la Administración no podemos cubrir todos los proyectos, habló con otros artistas para organizar la exposición», explica la presidenta de la asociación, Amparo Álvarez, poco antes de comenzar a montar la muestra. Álvarez confiesa que está un poco nerviosa, ya que es la primera vez que la asociación organiza «un acto así». «Estamos muy ilusionados, pero no sabemos cómo responderá la gente», indica.

La presidenta de Asperger Ibiza y Formentera destaca que la exposición será «una buena oportunidad» para adquirir obras de estos artistas a precios «interesantes». «Al ser para una iniciativa solidaria están a precios más asequibles de lo habitual», insiste.

Álvarez destaca que los artistas han cedido las obras de forma completamente gratuita, de manera que el dinero recaudado con la venta de las obras se destinará «íntegro» a los proyectos de la asociación.

La presidenta de la asociación hace hincapié en la importancia de los eventos solidarios para poder ayudar a los afectados y a sus familias. Señala que este curso escolar, por ejemplo, pueden contar con tres psicólogas, una más que el año pasado. «Nos gustaría mantener estas tres profesionales», apunta.

Inserción laboral

Inserción laboral

Uno de los proyectos más necesarios en estos momentos, explica Álvarez, es poner en marcha un programa de inserción laboral para ayudar a los afectados que han acabado la etapa escolar a encontrar un trabajo. «Es muy necesario, pero eso tiene un coste y, de momento, no podemos ponerlo en marcha», lamenta.

Ahora mismo, la asociación, que nació hace algo más de cuatro años, cuenta con 63 familias asociadas. Sin embargo, presta servicio a un total de 82 afectados. Esta diferencia, explica, se debe a que en algunas de las familias hay más de una persona con el síndrome de Asperger que, recuerda, se engloba dentro de los trastornos del espectro autista. De hecho, comenta, es el caso de su familia.