Con la llegada de las vacaciones y las altas temperaturas emergen esas ganas de disfrutar que habían quedado sepultadas durante el invierno. Las terrazas vuelven a llenarse, apetece atiborrarse junto a la familia de una buena paella acompañada de un litro de sangría (por supuesto) y tomar el sol como una lagartija. El verano alborota a cualquiera, incluso a los trabajadores de temporada, que viven estos tres meses de forma frenética. Entre horas extras, playa y fiestas se les puede olvidar que hay que desconfiar, hacer la digestión o ponerse crema solar. Pero las consecuencias de estos placeres no están de vacaciones y la buena vida antes o después acaba pasando factura.

Las farmacias se convierten durante la época estival en una especie de chaman a cualquier mal que vaya surgiendo a lo largo de la estación más holgazana y calurosa del año. Los veraneantes tienen muy claro cuál es el kit perfecto para ir poniendo parches a lo largo de sus vacaciones. En el ranking de los productos más populares de las farmacias ibicencas se encuentran la pastilla del día siguiente, el antimosquitos y cantidades de remedios para las intoxicaciones solares. «En verano la gente se apoya mucho en las vitaminas, el calor de la isla baja la tensión y provoca mucho cansancio», explica Marta, trabajadora de la farmacia situada en la calle Bisbe Abad i Lasierra de Vila: «Además, mucho aftersun, aunque eso ahora también se vende en invierno cuando la gente se va de vacaciones, por ejemplo a Tailandia, que ahora se ha puesto muy de moda», añade.

Intoxicaciones solares

Aunque otras técnicas de farmacia no tienen tan claro que la crema solar sea uno de los productos más vendidos a la hora de ir a la playa. La piel es el órgano que más padece durante el verano ibicenco, pero es poca la gente que se preocupa por su bienestar. «Muchos turistas vienen con mareos y vómitos a causa de las intoxicaciones solares», indica Benita Cardona, una de las técnicas de la farmacia José Torres Ribas, ubicada en la calle dels Cirerers en el barrio portmanyí de ses Païsses. «También vendemos muchos fármacos para el estreñimiento», asegura la farmacéutica. A pesar de todo, Benita no vacila al mencionar que el producto más vendido en la farmacia durante el verano, «sin duda», es la píldora del día de después, «se vende incluso más que los preservativos», afirma. «A esta farmacia en invierno tan sólo viene la gente del barrio, pero en verano sí que vienen muchos turistas que se acercan a la Guardia Civil para denunciar o que se van de fiesta al Zoo Project».

Isabel González, otra de las técnicas de la farmacia del barrio, interviene: «además este año se vende mucho spray antimosquitosspray ». «Los turistas vienen con picaduras convertidas en bultos enormes y unas ronchas rojas increíbles, es una locura», expresa asombrada. «Estamos en temporada alta de picaduras y es muy peligroso porque puede haber gente alérgica» informa la delegada del Colegio de Farmacéuticos en las Pitiusas, Mónica Marí. «Con las lluvias y tormentas recientes se han incrementado muchísimo», detalla, y añade: «Lo que no ha habido mucho este año son picaduras de medusa». A Marí y sus compañeras les toca estar de guardia, pero lo afrontan con ánimo. «Acabamos de empezar, así que aún tenemos diversión para rato», bromean. La delegada asegura que la farmacia, situada en la avenida de España y de la que es propietaria, por su ubicación no es visitada principalmente por turistas sino por residentes de la zona.

Adicción al ibuprofeno

A la hora de responder cuál es el producto estrella de la farmacia, no duda ni un segundo: «¡Ibuprofeno, por supuesto!», ríe y añade: «En todos sus tipos y formas».

Es domingo y la Farmacia de Vara de Rey, abierta todos los días, está abarrotada. «Los turistas compran de todo», ríe Andrea, una de las técnicas. «Como en España es más barato que en el resto de países europeos cargan la maleta con medicamentos que aquí se compran sin receta», afirma. «Los británicos se llevan la dosis más baja de paracetamol, es decir, el de 500 mg», detalla. «Los españoles con eso no hacemos nada», añade la farmacéutica, en referencia al uso regulado de este medicamento en España.

La farmacia de Vara de Rey está próxima al puerto marítimo de Vila y es una visita obligada para los turistas. Muchos de los clientes son de los cruceros que atracan en el puerto y aprovechan su fugaz visita a la isla para cubrir las necesidades del viaje. «Los antiácidos para las digestiones pesadas se venden mucho en verano», explica Andrea.

Para todo el año

La farmacéutica de Vara de Rey asegura que el tema de las pastillas para las afecciones de garganta «es muy curioso», ya que se venden mucho tanto en invierno como en verano, «debido al aire acondicionado de cruceros y demás». Los antigripales son otro ejemplo de medicamento 'para todo el año', aunque los turistas y los españoles tienden a comprar este fármaco en diferente formato. Según Irene Ramón, propietaria de una farmacia de Sant Antoni, «los españoles somos más de 'sobrecito'», mientras que los turistas, en su mayoría británicos, «prefieren el modelo pastilla», explica la propietaria.

«En verano aumenta mucho la venta libre, sin receta, por la llegada de los turistas», asegura Irene. Sin embargo, la propietaria de la farmacia de Sant Antoni afirma que «a pesar de la diferencia que había hace unos años entre el precio de los medicamentos en España y el resto de países europeos, ahora se han equilibrado mucho los precios». Y añade: «Antes venían y los antibióticos, que se vendían sin receta, se los llevaban a montones». Así lo confirma la delegada en Ibiza y Formentera del Colegio de Farmacéuticos de Balears: «Dentro de la UE actualmente hay muy poca diferencia entre los países en cuanto a los precios de medicamentos», explica Marí.

César Puget, cuarta generación de una familia propietaria de la farmacia situada en el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni y la que más turistas recibe de todo el municipio, asegura: «Por el precio bajo los que más vienen son los irlandeses, que es el país más caro en cuanto a medicinas». Puget confirma además lo que ya habían dicho otros farmacéuticos: «Una de las cosas que más se pide es la píldora del día siguiente».

La farmacia más turística

Asimismo, el propietario indica que «últimamente pedían mucho tramadol, que es un analgésico opioide muy semejante a la codeína y que tomado con alcohol coloca», precisa. «Cuando la piden les decimos que no nos queda». «Además, se empezaron a vender mucho unas pastillas en forma de corazón para las que no se necesita receta, hasta que nos dimos cuenta de que los vendedores ambulantes las estaban vendiendo como éxtasis».

Las altas temperaturas, junto a largas jornadas de trabajo en barras de bar o mostradores, no son fáciles de soportar sin una ayuda extra. «Trombocid», espeta Marta, «se venden muchos refrescantes para las piernas». «Nosotras vendemos muchas medias compresoras, que sirven para mejorar la circulación y prevenir las varices», detalla Benita.

Las farmacias también son un punto clave en primavera. Cuando empieza la operación biquini, «llega el momento pánico y los digestivos están a la orden del día», relata Andrea.