La proximidad de las llamas al núcleo urbano de Sant Antoni hizo movilizar a numerosos cuerpos de seguridad. Así, el Ibanat destinó 31 brigadistas, cuatro aviones, tres helicópteros, dos autobombas, tres agentes de medio ambiente y dos técnicos en extinción. Protección Civil pudo contar con 18 voluntarios, que se encargaban de controlar los accesos y distribuir agua entre el resto de participantes en el dispositivo, que además movilizó a numerosos guardias civiles, agentes de la Policía Local y bomberos.