El Ayuntamiento de Sant Antoni dio ayer el primer paso, con la aprobación inicial en un pleno extraordinario de la nueva ordenanza sobre la ocupación de la vía pública, para reducir el horario global de las terrazas de bares y restaurantes entre dos y cuatro horas. El equipo de gobierno ha cedido y permitirá que las terrazas estén abiertas desde las ocho de la mañana hasta la medianoche, una hora más de lo inicialmente previsto (para facilitar la retirada de las mismas), con la posibilidad de que aquellos establecimientos que no tengan actividad musical puedan mantener abierto hasta las dos.

Ahora se abre un plazo de 30 días para la presentación de alegaciones. El concejal de Urbanismo, Juanjo Ferrer, espera que «en abril» se pueda cerrar el último trámite, con la aprobación definitiva de la normativa. Habrá un periodo transitorio (hasta el 31 de diciembre) para que todas las terrazas que ya cuentan con una autorización puedan funcionar según lo que marca la ordenanza actual, aún en vigor, aunque en caso de incumplimiento se impondrán las medidas previstas en la nueva.

El PP votó en contra de la aprobación inicial porque, pese a reconocer el proceso participativo del Consistorio y la incorporación de sugerencias de diversos colectivos, entre ellas del propio grupo de la oposición, considera que la nueva norma puede ser «arbitraria y discriminatoria», en función del tipo de establecimiento, según advirtió su portavoz, José Sala. En su crítica, Sala advirtió de que la normativa pretende «prohibir y castigar» sin ofrecer «alternativas» para que Sant Antoni pueda resultar «atractivo», lo cual, resaltó, puede provocar que se convierta «en una ciudad dormitorio».

Retirada de las terrazas

El portavoz dijo que, según su criterio, resultará «difícil o imposible» el cumplimiento de la retirada de las terrazas, al tiempo que criticó que la ordenanza no permita sujetar los elementos de las terrazas con anclajes o colocar tarimas en aquellos establecimientos cuyo desnivel de la calle impide ofrecer sus servicios en el exterior.

Ferrer explicó que la Policía Local emitió un informe en el que señalaba que las terrazas «no pueden quedar instaladas 24 horas» porque favorece la formación de «núcleos». La Petita i Mitjana Empresa (Pimeef) inicialmente estaba en contra de esta medida, pero, según Ferrer, ahora «no ven inconveniente en su retirada».

Sobre los anclajes, el edil de Urbanismo señaló que se trata de «una cuestión técnica» y que hoy en día hay «muchos sistemas» para sujetar el mobiliario sin la necesidad de perforar el pavimento. También dijo que le resultaba difícil creer que por cuestiones como esta el grupo de la oposición votara en contra de la ordenanza.

Prohibido exponer vehículos

Ferrer destacó que la nueva ordenanza prohíbe por primera vez la ocupación de la calle por parte de establecimientos de comida para llevar, la venta de tiques y la exposición de vehículos en venta o alquiler. Además, los comercios deberán colocar sus mostradores pegados a la fachada y no formar pasillos en medio de la acera. El espacio libre deberá ser de 1,80 metros, según Ferrer, que resaltó que la ordenanza se adapta al decreto del Govern de accesibilidad.

El expresidente de la asociación de empresarios del West End, Josep Colomar (esta organización aún no ha elegido nuevo presidente), no ve claro que el Ayuntamiento, una vez aprobada la ordenanza, regule las excepciones de horario de las terrazas mediante un decreto. Colomar reivindica que todos los establecimientos del West End puedan tener abiertas sus terrazas hasta las dos, tengan o no actividad musical (casi todos la tienen). Señala que si los locales cumplen la normativa (estar insonorizados y cerrar sus puertas) la música no debe causar molestias. «Y que se le retire al que no cumpla», destaca.