El proyecto del Consell de Ibiza para implantar una línea de barco entre Vila y Santa Eulària que ayude a descongestionar la carretera que une ambas localidades fue calificado ayer de «chiste» y «ocurrencia» por el alcalde Vicent Marí, quien consideró que «lo que realmente ha de hacer el Consell es empezar cuanto antes la ampliación de la carretera».

Vicent Marí no ve «ninguna viabilidad» para la iniciativa planeada por el Consell, pues «no es práctico, el billete costaría mucho dinero y no funcionaría con mal tiempo». «Además, no veo a la gente cogiendo una golondrina para ir a Vila», añadió.

El alcalde de Santa Eulària se refirió a «otras ocurrencias» previas, como «la del tranvía al aeropuerto». «No quiero ni pensar siquiera que estén trabajando de verdad en este proyecto del ferry», señaló Marí.

Para él, «la única solución viable es ampliar la carretera». Sin embargo, expresó su temor a que «tampoco este año vaya a adjudicarse siquiera la obra», puesto que ni está aprobado el pliego de condiciones ni han empezado tampoco las expropiaciones, aseguró. «Será otro año perdido», dijo Marí, quien comentó que «tampoco serviría de nada potenciar ahora las frecuencias de autobús, porque se quedan atascados en las colas de la carretera, por eso lo importante es acelerar la adjudicación».

Por otra parte, patrones de embarcaciones consultados por este diario y que conocen bien la costa de Santa Eulària consideraron que la implantación de una línea de barco de estas características sería viable «porque ya se hace con turistas», si bien admitieron que incluso en verano se producen vientos de xaloc o xalocllevant. También dudaron de que pueda haber una importante cantidad de residentes interesados.

Además de esto, «en invierno oscurece antes» y sería preciso disponer de los correspondientes permisos para navegar de noche.

Actualmente, los barcos que realizan este trayecto como golondrinas para turistas son cuatro y tienen una eslora de entre 18 y 20 metros, según confirmó la empresas Cruceros Santa Eulària, que es a la que se ha dirigido el Consell para pedirle asesoramiento. Estos barcos realizan una escala en Cala Llonga, solo para descargar y recoger turistas, y la duración del trayecto es de 45 minutos.

Según el propietario de la empresa, Alberto Torres, el trayecto entre Santa Eulària en caso de llevar pasajeros y sin hacer escala en Cala Llonga seguiría durando alrededor de 40 minutos, al menos empleando los buques que ahora tienen.

Torres confirmó que el Consell de Ibiza le pidió «asesoramiento» sobre este proyecto, pero dijo que desde entonces no ha habido más contactos. «Fue un sondeo para ver qué se puede hacer y qué no», indicó el propietario de Cruceros Santa Eulària.

Anteayer mismo, la consellera de Movilidad del Consell, Pepa Marí Ribas, insistió en la necesidad de «estudiar todas las posibilidades, por peregrinas que parezcan», para tratar de reducir la saturación que sufre la carretera de Santa Eulària. El sábado, en el 'Consell a la plaça' de Sant Antoni, consideró que ni siquiera ampliando la carretera se solucionarían los atascos actuales.