Baltasar Picornell (Podemos), quien se convertirá hoy en presidente del Parlament, aseguró ayer que no estará «vigilado» por los partidos el Pacto en el ejercicio de su nueva responsabilidad. En sus primeras declaraciones desde que se puso su nombre sobre la mesa tras la destitución de Xelo Huertas, dijo ser consciente del cargo que asume y lo que implica y que, por lo tanto, sus convicciones republicanas no serán un freno para recibir, por ejemplo, a la Familia Real como máximo representante de la Cámara balear.

«Soy republicano, pero sé que no seré una autoridad republicana», dijo Picornell, quien precisó que accede al cargo sabedor de que deberá «representar a todos los ciudadanos de Balears».

Acompañado por el líder de Podemos, Alberto Jarabo, quien desde hoy será la segunda autoridad de Balears mostró el ejemplar del Parlament con la Constitución, el Estatut d´Autonomia y el Reglamento de la Cámara afirmando que esa será su guía de actuación. «No me siento un presidente vigilado, sino un presidente apoyado por mi partido y por los ciudadanos», insistió tras resaltar que los mensajes de respaldo que ha recibido le pesan más que las críticas.

Un Parlament «transparente»

Añadió que como presidente cobrará lo mismo que como diputado, de acuerdo a la limitación salarial de Podemos para sus cargos públicos, y que no pedirá dietas aparte para vestuario, como hizo Huertas. También dejó claro que no cambiará su imagen. «No creo que sea necesario disfrazarse para ser presidente del Parlament», dijo afirmando que su aspecto informal no llama la atención en la calle, pero que en el Parlament se «magnifica» al ser diferente a la imagen habitual de los diputados. «No llevaré corbata... salvo alguna sorpresa», bromeó.

Resaltó que su objetivo es modernizar la Cámara balear y abrirla a los ciudadanos con medidas que vayan más allá de «las visitas guiadas».