El psicólogo vasco especializado en dolor David Sojo ofreció en el Club Diario de Ibiza una charla sobre su especialidad, ´Una nueva visión del dolor´. «Ningún científico serio pone en duda hoy en día que el dolor nace en el cerebro, haya o no algo que lo justifique», explica. Su tesis, compartida por muchos colegas, es que es el cerebro quien decide qué duele y qué no duele. El cerebro, además, «se equivoca constantemente», asegura, algo fácilmente observable «en fobias como el miedo a las palomas». De ahí, Sojo llega a una conclusión: es posible reeducar al cerebro y sentir menos dolor. En Bilbao trabajan en esta corriente los psicólogos Marc Ruiz y Sojo, mientras que en Barcelona lo hace Julia Pascual.

-¿Qué quiere decir que el dolor parte exclusivamente del cerebro?

-Es biología. El dolor siempre siempre va a ser físico, pero la orden siempre parte del cerebro. El dolor siempre es una respuesta del cuerpo a algo que le afecta. Es un mecanismo de defensa y lo vas a sentir en los tejidos, pero los tejidos no tienen la capacidad de provocar dolor porque eso es biológica y fisiológicamente imposible. La orden siempre va a partir del cerebro.

-Usted se dedica a tratar a pacientes con dolor crónico sin lesión...

-Si te han hecho todo tipo de pruebas ahí donde te duele y no hay nada, lo más probable es que tengas un cerebro equivocado, no un organismo enfermo. Nuestro cerebro se equivoca muchísimas veces. Y sabemos que el dolor, el 100 por cien de las veces, nace de una percepción cerebral. De ahí que pueda haber dolor por equivocación cerebral. Nuestro trabajo se basa en pensar cómo se le puede dar la vuelta a esa equivocación. No se trata de sanar un cuerpo sino de decirle ´esto no es así´. Es igual que el miedo. El miedo es una repuesta del cuerpo ante una información que le llega.

-Usted explica que una fobia es un error cerebral.¿Qué hay detrás de estas fobias?

-Nuestro cerebro es el mismo que tenían nuestros antepasados hace 80.000 años, más o menos. Está preparado para la supervivencia y la reproducción, básicamente. Nuestro cerebro tiende a ponerse siempre en lo peor. Y a dar respuestas que muchas veces no son lógicas. Nuestro cerebro se equivoca muchísimas veces. Esto se puede comprobar en que hay sesgos cognitivos, hay muchísimas respuestas equivocadas... Pensamos que nuestro cerebro es un maquinón y no, nuestro cerebro se equivoca muchísimo. Puede interpretar que una paloma es peligrosa y entrar en esa dinámica y tener fobia a las palomas. Las fobias son errores del cerebro, como las parafilias... nuestro cerebro se equivoca continuamente.

-Usted y otros colegas de profesión postulan que se puede reeducar el cerebro.

-Totalmente.

-¿Cómo?

-En Vitoria y en Bilbao hay un grupo de médicos que trabaja en este enfoque del dolor. El estudio que han hecho, que está a punto de publicarse, se basa únicamente en un proceso de educación sobre los mecanismos del dolor. Se trata de contar al paciente, en cuatro o cinco clases, la bilogía del dolor y cómo funciona ese dolor: que el cerebro es el responsable y que es una equivocación. El conocer cómo funciona el dolor y verlo de otra manera ha hecho que un 80 por ciento de los pacientes con migraña haya dejado de tenerla. Es muchísimo. Conocen qué es el dolor y empiezan a verlo de otro modo.

-¿Y estamos hablando de medicina tradicional, nada de gurús?

-Sí, sí, médicos. El más conocido es el neurólogo Arturo Goicoechea, que inició todo este movimiento que se basa en dejar los medicamentos y aprender solamente cómo funciona el dolor. Yo, como psicólogo, dependiendo mucho de cada persona, trabajo en aspectos más específicos: sus problemas, sus miedos...

-¿Hay una relación entre esto y lo que se conoce como somatización? Es decir, en que detrás de un dolor de espalda haya estrés o ansiedad detrás de una migraña ¿o es una visión muy simplista?

-Sí, es simplista. Sabemos que detrás de cualquier cosa que sintamos, el dolor incluido, siempre está el cerebro, siempre hay una valoración cerebral, una opinión cerebral. Pero hay que hablar de cada persona en concreto, trabajar en concreto, conocer su historia, esa somatización... Digamos que a veces intentamos catalogar para entender pero al final no sirve de nada poner etiquetas y poner nombres porque te tienes que centrar en esta historia concreta, en lo que trae y en lo que lleva para poder hacer un buen trabajo. Decir somatización es decir muy poco.

-A las enfermas de fibromialgia les dicen que la enfermedad la tienen en el cerebro, es decir, que se la inventan o que la generan ellas mismas. ¿Decir que el dolor es una creación del cerebro podría justificar estas acusaciones?

-A las enfermas las han machacado con esta historia. Decir que es cerebral para nada quiere decir que te lo inventas ni que es un dolor de segunda. Decir ´psicológico´ es como decir que es un dolor de segundas que te lo provocas tú. A una persona que está sufriendo tanto decirle eso es meterle la puntilla. Si te rompes una pierna y te duele va a ser porque tu cerebro ha decidido que eso debe doler. Haya o no haya daño físico, el responsable siempre es el cerebro, porque hay casos en los que dos personas con dos lesiones iguales, una siente dolor y la otra no. Decir que se lo inventan no tiene ningún sentido porque nosotros no podemos controlar esa respuesta de nuestro cuerpo, no podemos controlar qué nos da miedo y qué nos pone nerviosos.