­El Consell Insular espera cerrar a lo largo de este año el traslado del centro de menores a un núcleo urbano de la isla. La consellera de Asuntos Sociales, Lydia Jurado, dice que esta es una de sus «prioridades» para 2017 y calcula que la operación podría costar a las arcas insulares «en torno a los 1,5 millones», incluyendo la reforma que pueda necesitar el inmueble que se adquiera para este fin, aunque es una cifra que «no está cerrada y podría variar bastante», teniendo en cuenta el elevado precio de la edificación en Ibiza.

Y es que el Consell ultima las bases del concurso para la adquisición de un edificio al que se trasladarán las dependencias del centro de menores Padre Morey, que hoy están en el antiguo acuartelamiento militar de sa Coma. El proceso «está en marcha» y la convocatoria a los propietarios interesados en ofrecer sus inmuebles se hará en un plazo muy corto.

Por ello, la consellera tiene claros los criterios que se van a valorar en estas ofertas: «Siempre se ha tirado más por una zona cercana a Vila, pero no se descartan otras ubicaciones si se presenta algún inmueble que reúna las características requeridas». Y es que al igual que ya sucede con el centro de acogida de las Trinitarias en Santa Eulària, donde se acoge a niños de menor edad, Jurado no descarta ubicar este equipamiento en Sant Antoni u otra población: «Dependerá de las ofertas», insiste.

En cuanto a las características de la propia edificación, lo ideal es «una casa» o, como mucho, una vivienda «adosada» y que dispusiera «de zona ajardinada», entre otras características. Interesa, principalmente, que el inmueble esté «cerca de servicios comunitarios y de ocio», o que disponga de centros educativos o algún polideportivo en las inmediaciones, por ejemplo. Jurado explica que ha visitado ya alguna construcción que le ha «gustado», pero confía en que ese interés se confirme en el concurso y éste «no quede desierto». «Tengo fe en que pueda salir adelante y los niños puedan disponer de un centro adecuado».

Ocho acogidos este año

En principio, se está buscando una propiedad que permita acoger a entre 13 y 14 niños. Esto daría cobertura a la demanda actual de este tipo de plazas para menores tutelados en la isla: «Este año pasado han sido ocho en el promedio anual, aunque puede que otro año sean 15». Ello implica disponer de unas seis habitaciones y media docena de dormitorios.

El centro de menores se sacó de la ciudad hace varios años, por el rechazo de los vecinos de la zona donde se ubicaba entonces, en un piso de la calle Murcia de Vila. Desde entonces se mantuvo algunos años en una finca del obispado y después se reubicó en sa Coma.

Consciente de estos antecedentes, Jurado apela a la «tolerancia» de los vecinos que pueda tener el centro cuando se reubique en alguna una población de la isla. «Es un centro de acogida de menores que no tiene ni régimen de reforma», que es el internamiento ordenado por la Fiscalía de Menores cuando se ven implicados en algún episodio delictivo. El centro de Ibiza atiende sobre todo a «menores que han tenido que ser alejados de sus familias por circunstancias extremas a las que se han visto sometidos», insiste la consellera. «Un centro normalizado en un barrio normalizado es lo mínimo que podemos ofrecer a estos niños que necesitan estabilidad en su vida», insiste.

La consellera admite que en ocasiones el centro Padre Morey recibe a menores en régimen de reforma «por la insularidad». En estos casos «ha faltado la celeridad requerida para su traslado» y se les ha acogido en el centro insular mientras se liberaba alguna plaza de internamiento en Mallorca.