Para entender el boom turístico que comenzó en los años sesenta del siglo pasado en Ibiza y Formentera hay que tener en cuenta dos hechos claves en la historia reciente de España. En primer lugar el Plan de Estabilización del año 1959, que supuso la apertura a Europa y permitió simplificar los trámites de Aduanas y facilitar el cambio de la peseta por las monedas convertibles, francos, marcos, libras dólares.

En segundo lugar la mejora de las comunicaciones con la inauguración del aeropuerto de Ibiza en 1958. Las líneas regulares de Aviaco (Ibiza-Palma-Barcelona) e Iberia (Ibiza-Valencia-Madrid) permitieron un salto importante en el numero de pasajeros con un incremento del 236% el año 1959. Y más importante aún la apertura del aeropuerto de Ibiza al tráfico internacional en 1966, hace ya 50 años, es cuando realmente comienzan a llegar a Ibiza el turismo de masas en vuelos chárters contratados por turoperadores europeos y la fiebre constructora del boom hotelero. Alonso Marí fue uno de los pioneros más importantes en Ibiza y el gran pionero en el caso de Formentera.

Los primeros constructores de alojamiento eran como él, empresarios individuales, grupos de amigos o pequeñas sociedades, lo que demuestra la capacidad empresarial de la Ibiza de aquellos años en que Alonso Marí actuó individualmente y con socios en múltiples proyectos. En el caso de Formentera hay que destacar el papel de ibicenco Alonso Marí que, para la construcción del primer hotel en la isla tuvo que transportar en barcos de vela la grava, el agua y los materiales, además de producir la energía eléctrica pues la potencia de la isla era insuficiente. Una gran aventura. Surgió así lo que ahora es el Grupo de Empresas Alonso Marí con la división de Alojamientos, la del Transporte Marítimo y la Gestión de Puertos Deportivos.

En 2014 la facturación consolidada del grupo fue de 87,3 millones de euros, de los que 62,57 millones proceden de la División Hotelera, es decir, algo más del 71% del total, del Transporte Marítimo procede otro 18% y de la Gestión de Puertos Deportivos el 11% restante. El Grupo Insotel tiene actualmente 2.500 habitaciones y 8.000 camas, con presencia en las cuatro islas de las Baleares, con dos grandes marcas: Insotel Hotels & Resorts (premium brand) e Insotel Prestige Hotels & Resorts (luxury brand). La estrategia del Grupo es ofrecer calidad adaptándose a un mercado turístico cada vez más exigente y segmentado, con inversiones y reconversiones completas cada cierto tiempo, reinvirtiendo todo el cash flow siempre en Baleares.

Su mercado prioritario es el turismo familiar segmentado por nacionalidades. Su objetivo es la excelencia en los servicios que ofrece, diversificando en actividades complementarias de todo tipo, especialmente en excursiones marítimas, salud, deporte y bienestar, con precios por encima de la media balear y precios muy superiores en Ibiza que en Mallorca, lo que le ha llevado a un beneficio de explotación superior al 40% de las ventas en la mayor parte de los años. En volumen, pasó de mil plazas de los primeros años setenta a las diez mil de los primeros años del siglo XXI, para apostar más recientemente en su última reconversión por hoteles de máxima categoría con mayor tamaño de habitaciones y servicios superiores ofreciendo las ocho mil plazas actuales.

En Ibiza

En IbizaInsotel tiene en Ibiza dos hoteles de 5 estrellas y uno de cuatro. El Insotel Fenicia Prestige Suites & Spa, de 5 estrellas en el municipio de Santa Eulària, el Insotel Tarida Beach Sensatori Resort de 5 estrellas ( de apertura para el verano 2017 después de una profunda reconversión) en el municipio de San José, y el Insotel Club Tarida Playa, de 4 estrellas, en el mismo municipio. La división hotelera del Grupo Alonso Marí tiene en Formentera el Insotel Hotel Formentera Playa, de 4 estrellas, y el Insotel Club Maryland, de 3 estrellas, a punto de renovarse. En Mallorca el Insotel Cala Mandia Resort & Spa, de 4 estrellas, y en Menorca el Insotel Punta Prima Resort & Spa, de 5 estrellas y el Insotel Punta Prima Prestige Suites & Spa, de 5 estrellas superior. Sus proyectos futuros están en México.Evolución del grupo y del turismo

Evolución del grupo y del turismoA partir de los años sesenta, Alonso Marí abre la agencia de viajes Isla Blanca y más tarde Ebusus, que llegan a representar a 18 TTOO europeos ( recordemos TUI, Hetzel, Touropa, Going,..), que traían turistas a Ibiza y Formentera. El crecimiento del turismo fue espectacular, de una tasa superior al 40% anual acumulativo, lo que dio lugar a una explosión constructora que supuso levantar a final de los sesenta y primeros setenta 56 nuevos hoteles con 15.465 plazas, tres veces las construidas en los treinta años anteriores. Alonso Marí inició la construcción del Hotel Es Canar Playa junto a otros socios en 1964 y, posteriormente, abrió en 1970 el Imperio Playa en Cala San Vicent y el Formentera Playa en la isla de Formentera, el Hotel San Antonio, los apartamentos Ebusus, el Club Maryland y el Hotel Cala San Vicente.

El Fenicia recibió hace unos años sus certificados de Calidad y de cuidado del Medio Ambiente. Foto: Aisha Bonet

En 1974 comienza la crisis turística, consecuencia de las fuertes subidas del precio del crudo ( shocks del petróleo) con la quiebra de turoperadores como CourtLine. A partir de 1977 se inician unos años de recuperación y en 1981 la población de Ibiza supera por primera vez a la de Menorca. En los años 80, el grupo se denominó Holding Formentera Interplan, con una participación del 20% del Grupo March y la apertura del Aparthotel Nereida en 1986, el Tarida Beach en 1987 y el Tarida Playa en 1989. Este último año entró la peseta en el Sistema Monetario Europeo con una moneda fuerte y una fuerte inflación de precios que dio lugar a una caída en el número de turistas alemanes y especialmente ingleses que se redujeron a la mitad en un par de años. En 1989 Insotel tenía ya 10 hoteles en Ibiza y Formentera con cinco mil plazas ( 3000 en Ibiza y 2000 en Formentera) y una facturación de 13,8 millones de euros y la convicción de que tenían que ir a una reconversión de sus hoteles.

Los años noventa se inician con una crisis de competitividad, la mala situación económica de los países emisores y la disminución de los desplazamientos por avión a causa del ambiente bélico de la Primera Guerra del Golfo Pérsico. El año 1993 marca el fondo de una de las mayores crisis que ha sufrido el turismo y la construcción en Ibiza y Formentera. El grupo hotelero Alonso Marí se abre a Mallorca, en 1990 con el Club Cala Ratjada ( vendido posteriormente en 2007) y con el Club Cala Mandia en 1993. Canjea su participación en el aparthotel Neereida por el Tarida Beach, reforma el Club Maryland (1991) y remodela el Formentera Playa (1994-95).La entrada del euro

La entrada del euroLa entrada en el siglo XXI coincide con la entrada en el euro. Se fijaron los tipos de cambio de la peseta con respecto a la demás monedas y respecto al euro y el arma de la devaluación de la peseta, que habia sido vital en el pasado, se acabó, generando una gran incertidumbre sobre el futuro. De hecho el primer decenio del euro fue fatal para Ibiza y para España, que perdió competitividad. En el caso del Grupo Insotel quizás por la buena relación calidad precio no se notó tanto como en otros grupos turísticos de Baleares. En el primer decenio de este siglo el Grupo Hotelero ha abierto dos 5 estrellas en Menorca, en Punta Prima, un Resort y un Prestige, y además un Prestige en Ibiza, el Fenicia Prestige de 5 estrellas en Santa Eulària en 2006, así como una reforma en 2004 del Tarida Beach que se está renovando de nuevo en un 5 estrellas Sensatori.

La facturación del grupo hotelero se mueve a principios del 2000 por los 45 millones de euros, triplicando en los años noventa los ingresos de final de los ochenta. A partir de ahí se aprecia la caída de ingresos en 2003 por la crisis del mercado alemán en Ibiza y Mallorca, con una pronta recuperación hasta la caída de ventas en 2008. Los efectos de la Gran Crisis de 2008-2009, con una caída del 20% en las ventas, se revirtieron a partir de 2010, superando a los ingresos que tenía el grupo antes de la crisis. En los cinco años posteriores a la crisis, sus ventas han aumentado en un 50% hasta alcanzar los 62,58 millones de euros en 2014. El ingreso por plaza disponible que se mantuvo de media en los 5.100€ en los primeros años del euro se redujo un 10% el año 2009 para lograr acercarse a los 8.000€ en 2014, un incremento del 77% desde la crisis.

Los beneficios han sobrepasado, a partir de 2013, los altos niveles que tenían antes de la entrada del euro superando las importantes reducciones de los años 2007-09. El beneficio bruto de explotación se ha mantenido alto en todo su recorrido especialmente en los primeros años de este siglo que superó con creces el 45% de los ingresos, reduciéndose en los años de la crisis y volviendo a recuperarse de nuevo a partir de 2012. La rentabilidad económica (ROA) cayó desde el año 2007 recuperándose a partir del 2010, y superando la rentabilidad que tenía antes de la crisis a partir de 2013. En esta nueva etapa de éxito turístico y económico de Ibiza, Insotel está de nuevo buscando la excelencia para el turismo familiar de calidad dando cabida también al segmento de Adult Only.