La trigésima edición de los Premis Savina i Formigó que entrega anualmente el Grup d´Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB Eivissa) ha penalizado a una consellera socialista, Pepa Marí, y ha recompensado la labor de protección del medio ambiente del colectivo vecinal Associació de Veïns des Rafal Trobat.

La identidad de los dos elegidos en esta ocasión se desveló en el transcurso de una cena celebrada en el restaurante All Ibiza de ses Figueretes, donde la organización aprovechó para explicar los méritos que considera han reunido tanto la consellera ibicenca de Movilidad y Territorio como los miembros del colectivo vecinal para ser merecedores de sus premios.

En el caso de la consellera ibicenca, el GEN considera que su gestión representa la «más genuina continuidad de la política de destrucción territorial de siempre, sólo que con unas siglas políticas diferentes. En la práctica todo sigue igual». «Con gente así -añaden los ecologistas-, no es raro que Ibiza vaya como va».

El GEN fundamenta sus acusaciones por «su actitud de mantenimiento de las políticas de destrucción del medio natural y de perpetuación de los macroproyectos viarios, con marginación clamorosa del transporte público», por «su total indiferencia ante las auténticas necesidades de Ibiza en materia de movilidad y de racionalización urbanística», por «su nula conciencia sobre los problemas ambientales globales que amenazan el planeta», y por «su facilidad en abrazar y asumir las políticas que debería combatir y cambiar de manera inequívoca».

Pepa Marí puso la anécdota de la jornada al acudir personalmente a recoger el ´bloque de hormigón´, lo que nunca había sucedido con sus antecesores en el «premio».

En cuanto al ´Savina´, los ecologistas destacan de la Associació de Veïns des Rafal Trobat que «constituyen un ejemplo público a seguir en la isla» por su labor de protección del entorno natural, y por «su constancia en el desarrollo de actividades de mejora ambiental, de protección de los usos tradicionales del campo». También valoran su labor a la hora de «estimular un sentido de comunidad y solidaridad entre los vecinos, y por demostrar en la práctica que otra Ibiza es posible».

El GEN recuerda el proyecto puesto en marcha por este colectivo, nacido en 2007, para la recuperación de acuíferos y la instalación de 18 depósitos de agua contraincendios en toda la isla a través de la Associació de Propietaris Forestals, fundada por los vecinos.