­El Consell de Ibiza quiere comprar una vivienda, que sería de tipo unifamiliar, donde poder trasladar a los menores protegidos que viven en el centro de sa Coma, según comenta la responsable de Bienestar Social, Lydia Jurado, quien señala que por el momento dejan «en segundo plano» la opción que barajaban para llevar a algunos de ellos a un piso que estaban habilitando en el centro de Vila.

«No lo quiero descartar del todo. Ha pasado a un segundo plano. Estamos haciendo las obras y ya está prácticamente acabado, pero no es del todo lo que necesitamos», dice Jurado en referencia al piso, la «pequeña unidad residencial», que es propiedad del Consell -se usaba de oficinas hasta entonces- y que en febrero habían comenzado a adecuar para acoger a un máximo de «cinco o seis» menores.

Y es que Jurado destaca que según iban avanzando en el proyecto se dieron cuenta de que esto no era realmente lo que necesitaban. «¿Por qué vamos a lo pequeño si necesitamos algo más grande?», resalta. Así, decidieron «pasar a otro plan de trabajo más global y que cubriera todas las necesidades que hacen falta», afirma.

Entonces, se decantaron por no crear varias unidades residenciales pequeñas, como habían barajado -opción por la que apostaban inicialmente desde el Servicio de Protección de Menores-, sino una única «que sería un hogar, un centro para todos».

No construir, sí comprar

En ese marco, desde hace meses están mirando opciones de viviendas para comprar, pues señala que aunque habían hablado de buscar un solar en el que construir un centro, este proceso es demasiado lento y necesitan «ya» solventar «la necesidad tan grande» que tienen.

«Estamos valorando varias posibilidades de compra y ahí nos encontramos. Y espero que este año ya se pueda cerrar; no hablo ya de 2016, sino de 2017», subraya. Aunque no pudo concretar qué presupuesto manejan para dicha compra, sí avanzó que le gustaría «reservar una partida específica de un millón de euros». «Más que nada porque luego, aparte de tener el inmueble, hay que amueblarlo, darle una dotación en condiciones, infraestructuras, unos espacios que cumplan la normativa, y todo implica un coste», especifica.

Ya han visto varios sitios aunque el proceso no está siendo sencillo por las dificultades que hay en la isla en este sentido. «Ya sabemos cómo está el tema de la vivienda en Ibiza y a nosotros nos afecta; no es que haya mucho en venta porque la gente alquila más», sostiene.

En todo caso, apunta que buscan «algo tipo más unifamiliar, tampoco un piso que esté metido dentro de una comunidad de vecinos para evitar problemas», afirma Jurado, quien prefiere no concretar ubicaciones. «Ya se sabe lo que sucede con esto, que se crea una alarma que a mí me entristece muchísimo, que el centro de menores tenga un estigma de maldad, porque no es así», subraya la consellera, y apostilla: «Son nuestros menores, los tenemos que proteger, darles todas las herramientas y recursos que necesitan, y eso es en lo que estamos trabajando».

Sobre la creación de un centro de primera acogida separado del centro de protección, que era lo que se barajaba, afirma que buscan que la nueva ubicación tenga «una zona de primera acogida, que haya como un itinerario dentro del emplazamiento». «Pero eso cuesta un poco más, porque ya está construido y hay que buscar algo que nos convenza», subraya la responsable de Bienestar Social de Ibiza.

Jurado reconoce que este trabajo «está tardando muchísimo más» de lo que esperaba debido, principalmente, a las políticas de recortes que, dice, han padecido y «que a la larga tienen sus consecuencias».