Jaume Ribas Seguí, director general de Innovación y Comunidad Educativa del Govern, defiende la medida de cambiar de centro a los auxiliares expertos en lenguaje de signos. Estos profesionales están contratados como auxiliares técnicos educativos, que atienden a todo tipo de niños con necesidades especiales; es decir, no están contratados como intérpretes de signos únicamente dedicados a personas con deficiencias auditivas. No obstante, en Ibiza varios centros contaban con auxiliares especializados en lenguaje de signos para atender a escolares con problemas de audición. En la isla hay tres auxiliares expertos en interpretación de signos.

«La opción que ofrecemos en Ibiza es la misma que desde hace tiempo se ha estado aplicando en Mallorca y en Menorca. Tenemos un servicio contratado con una Asociación de Familias con Discapacidades Auditivas, que nos ofrece asistencia tanto técnica como asesoramiento para los distintos centros educativos», declaró Jaume Ribas.

El director general señala que si estos estudiantes «no tienen ninguna otra discapacidad aparte de la auditiva, lo correspondiente es que los equipos educativos de cada colegio o instituto hagan las adaptaciones oportunas, que ni siquiera son significativas, como facilitarles el material por escrito o hacer exámenes escritos, entre otras cosas», indicó Ribas.

Además, según el director general, el problema es que «se ha estado destinando un recurso que no es adecuado para estos niños, en el sentido de que el trabajo que se tiene que hacer desde Educación es facilitar que estos alumnos se puedan desarrollar con la autonomía suficiente, y lo que han detectado es que se ha generado una dependencia de estos niños a las intérpretes y, como resultado, uno de ellos está en Secundaria y continúa teniendo un intérprete de signos».

La intérprete critica que Educación suprima este recurso para los niños y no les ofrezca nada a cambio, como un centro especializado en sordos, del que carece Ibiza. Al menos hay tres alumnos ibicencos afectados por la supresión de intérpretes. El director general afirma que conoce tres casos de alumnos ibicencos afectados por la supresión de intérpretes, y admite que la cantidad de sordos que hay en Balears «es alta».

En el colegio Poeta Villangómez hay tres estudiantes que tenían intérprete y ya no la tendrán; en otro colegio hay cuatro y en el instituto Santa Maria, otro. Por tanto, al menos la medida ha afectado a ocho alumnos ibicencos.