­Cuando esté lista, la interconexión de las desaladoras habrá costado alrededor de 14 millones de euros. El proyecto original, de 11,5 millones, se ha encarecido, en estos años, en otros 2,5 millones por las modificaciones aprobadas sobre la inversión original. Pero el proyecto implica también más que duplicar el tamaño de la red principal de arterias de la isla, con 38 kilómetros de nuevas conducciones, así que ya supera los 70.

¿Y cuándo entrará en servicio? La directora general de Recursos Hídricos, Joana Maria Garau, cree que «en cuatro o seis meses ha de estar todo acabadísimo. Si fuera más allá sería por algún problema, muy grande además, que no hayamos previsto»

Garau explica que actualmente están centrados en el suministro de agua buena a Sant Josep, el municipio que es la absoluta prioridad. La semana pasada se iniciaron las tareas de desinfección de las tuberías que llevan el agua desalada hasta Sant Jordi y Platja d´en Bossa, que empezarán a recibir el agua buena en unos días, después de varios meses de trabajo para conectar el depósito de sa Carroca (de 6.000 metros cúbicos de capacidad) con la potabilizadora de Vila.

También es inminente la entrada en servicio del depósito de Cala de Bou, de 6.000 metros cúbicos, que estará listo «durante este verano». Según Garau, se está ya en condiciones de acometer la limpieza y desinfección del interior de las conducciones para que pueda empezar a recibir el caudal de la potabilizadora de Sant Antoni. En este punto la red de Portmany enlaza con la arteria que suministra a la zona norte de Sant Josep.

Inmediatamente después se iniciará la construcción del tramo que va desde Sant Jordi hasta el núcleo de Sant Josep y todo el entorno de es Cubells. La directora espera que en un plazo muy corto, «que no ha de pasar de un par de meses», también este último tramo pueda estar en servicio.

Después solo faltaría acometer el ramal que enlazará con el municipio de Sant Joan pasando por Santa Gertrudis. Esta arteria partirá del depósito de Sant Rafel donde confluyen las tuberías que conectan las desaladoras de Vila y Sant Antoni y, en muy pocos meses, también la de Santa Eulària.

En este último tramo hacia el norte de la isla también se proyectan tres nuevos depósitos de 2.000 metros cúbicos, uno en Santa Gertrudis, otro en Sant Miquel y el último en Sant Joan. Garau confía que esté tramo esté «acabadísimo» en un plazo de entre cuatro y seis meses. Actualmente se está terminando de tramitar administrativamente la obra, un procedimiento que la directora general confía en que sea rápido por el interés de todas las administraciones en darle curso para que las obras puedan comenzar cuanto antes.

También señala que se trata de una red que está «medio construida». En este caso se acometerá «un modificado» del proyecto, con los cambios que se han considerado necesarios antes de completar la ejecución. «Se trata de terminar una obra ya empezada», por lo que Garau no cree que «requiera demasiado tiempo» acabarla.

Faltaría, por último, el tramo que una la desaladora de Santa Eulària con esta red. Esta parte del proyecto incluye un depósito que se podría aplazar de momento para ejecutarlo más adelante. Garau explica que actualmente se está trabajando «en el proyecto y las autorizaciones», aunque calcula que una vez que se puedan iniciar las obras estas durarán también «entre cuatro y seis meses».