Los investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil han empleado a lo largo del día picos y otras herramientas para buscar escondrijos en las oficinas de Amnesia. Los registros se reanudaron esta mañana, después de que se interrumpieran ayer a medianoche, tras 17 horas en las oficinas.

Los agentes también han llevado al lugar una máquina de contar dinero. Fuentes conocedoras de la investigación aseguran que los agentes al menos han encontrado dos millones de euros.

Inicialmente estaba previsto que los cuatro detenidos (el dueño de la discoteca, su hijo, el apoderado de la mayor parte de las empresas del grupo y el contable del establecimiento), que fueron arrestados ayer, pasaran esta mañana a disposición judicial, pero no serán conducidos ante el juez hasta que se dé por concluido el registro.

Anoche finalmente la discoteca abrió al público, pese a que había anunciado que no podría hacerlo.

El propietario de la discoteca Amnesia, Martín Ferrer, fue detenido ayer junto con su hijo, Martí Ferrer, el apoderado de muchas de sus empresas, David de Felipe, y el contable del establecimiento, Vicente Pérez de Montis, dentro de una operación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la que se investiga la presunta comisión de delitos contra la Hacienda Pública.

Sobre las siete de la mañana de ayer un helicóptero de la Guardia Civil aterrizó en el estacionamiento de la discoteca y de él descendieron varios agentes de la UCO, que comenzaron el registro de las oficinas.

A ellos se unieron agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Palma, dos perros adiestrados también llegados de Mallorca, una comisión judicial en la que participaron al menos dos secretarios, y también varios funcionarios de la Agencia Tributaria de Ibiza.

Simultáneamente, los agentes llevaron a cabo registros en los domicilios de los sospechosos y también en otras viviendas y locales de Barcelona vinculados a ellos y en un barco del dueño de Amnesia. Los investigadores de la UCO abrieron además cajas de seguridad en varias oficinas bancarias de la isla y solicitaron los movimientos de cuentas relacionadas con las personas investigadas. Fuentes conocedoras de la investigación destacaron la importancia de la Agencia Tributaria en el desarrollo de esta operación.

La Guardia Civil también llevó a cabo un registro en una empresa de informática de Ibiza que, al parecer, presta servicios a la discoteca.