­El monumento de Montecristo fue ayer de nuevo el escenario de la fiesta en honor del Sagrado Corazón de Jesús, una tradición que se había perdido, pero que en los últimos años se ha recuperado por decisión del actual obispo, Vicente Juan Segura, que ayer, una vez más, presidió la misa, acompañado por varios párrocos de la isla, y la posterior procesión.

Algo más de un centenar de personas asistió a la ceremonia, en la que se bendijeron los términos de la diócesis y a todos los asistentes, además de renovar la consagración de las Pitiusas al Secrado Corazón de Jesús. Los actos terminaron, como es tradición, con una merienda para los asistentes con los frutos de la tierra. Esta eucaristía debería celebrarse el viernes posterior al Cosrpus Christi, pero el Obispado la trasladó hace años al domingo para congregar a más fieles.

El monumento de Montecristo fue inaugurado en 1947, por lo que este año cumplirá 69 años. Partió de una idea del obispo Antoni Cardona Riera, Frit, en 1946 y la estatua fue esculpida por el artista Antoni Sanjuan. Su inauguración, el 12 de octubre de 1947, Día de la Hispanidad, fue un gran acontecimiento. Miles de ibicencos asistieron a la bendición, tras una peregrinación desde Vila hasta el cerro acompañada por las colles de ball de la isla. Hoy es un monumento casi olvidado que el obispo se ha propuesto recuperar para la fe en la isla.