Han pasado cinco del incendio forestal de la Sierra de Morna, el peor de la década, que arrasó 1.443 hectáreas de pinar, sabina y matorral en Ibiza, según ha recordado hoy el Govern balear en un comunicado.

El fuego comenzó el 25 de mayo de 2011 a las 13.22 horas, y fue causado por el uso de un ahumador apícola. Fue declarado de nivel 2 porque amenazaba de manera grave a personas y bienes, y obligó a desalojar 89 viviendas, de las que 46 presentaban daños leves y 18 graves. En su extinción participaron la Unidad Militar de Emergencias (UME), y 610 personas entre el Instituto Balear de la Natura (Ibanat), Protección Civil, agentes de medio ambiente, bomberos de Ibiza, Cataluña y Valencia, técnicos de Emergencias y la Guardia Civil. Los medios utilizados sumaron 23 aeronaves de extinción y coordinación, el mismo número que de medios terrestres.

El Govern recuerda que ese día la temperatura era de 30 grados, la humedad relativa del 28%, y el viento soplaba de 15-20 km/h. Sobre las medidas adoptadas tras el incendio, la institución remarca la mejora de la seguridad de las vías de comunicación y la puesta en marcha del Plan de Medidas Transitorias para la Prevención de Incendios Forestales en Ibiza, para concienciar del riesgo de incendios forestales e instar la autoprotección en las zonas urbanas cercanas a la masa forestal.También se ha aprobado el Plan Forestal de las Islas Baleares y el IV Plan General de Defensa contra Incendios Forestales de las Islas Baleares (2015-2024).

A su vez, el Consell de Ibiza, con la ayuda del Ibanat, ha impulsado un proyecto para ejecutar fajas perimetrales de autoprotección en zonas habitadas y urbanizaciones, aunque todavía no se han cumplido los objetivos de este proyecto, matiza el Govern. "Con el incendio cerca del núcleo de Sant Miquel en Sant Joan del año 2015 quedó patente la importancia de estas actuaciones, ya que la zona perimetral de prevención de Sant Miquel sí que había sido ejecutada", señala la institución.

Entre otras actuaciones, también se han retirado de 4.500 toneladas de astilla de una superficie de 215 hectáreas que fueron aprovechadas para biomasa, y se han llevado a cabo un programa de control de los árboles afectados por perforadores del pinar (Tomicus) en el que se detectó que la afectación era menor de lo que suele ocurrir en estos casos. Trabajos de limpieza, control hidrológico y repoblación en una superficie de 5 hectáreas a cargo de un taller de empleo de trabajos forestales, también ha formado parte de las intervenciones. Sant Joan es el municipio ibicenco más perjudicado por incendios forestales, en el que tuvieron lugar el incendio de la sierra de Morna en 2011 y el de Benirràs en 2010, que calcinaron más de 1.800 hectáreas entre ambos.

El incendio de la Sierra de Morna comenzó junto a unas colmenas, en un lugar boscoso conocido como las Muntanyes de Morna ya afectó principalmente a pinar situado en suelo rústico protegido, catalogado en su mayoría como Área Natural de Especial Protección (ANEI).