La responsable de la Oficina de la Dona, Olga Guerra, destaca el hecho de que aunque el número de mujeres alojadas en pisos de acogida ha disminuido -ha pasado de 44 a 26-, el de niños se ha mantenido -de 33 a 32-. «Hemos tenido mujeres que tenían familia numerosa, porque la que no venía con tres hijos, venía con cuatro», dijo Guerra.

Sobre el perfil de estas mujeres, tenían entre 31 y 40 años (11), eran extranjeras (13), residían en la isla pero fuera del municipio de Vila (14), tenían un nivel de estudios primarios (14) y habían sufrido mayoritariamente malos tratos físicos y psicológicos. A la hora de abandonar el piso de acogida, destaca que ocho lo hicieron con piso y trabajo y que cinco no se habían marchado al acabar el año.