De las 505 mujeres víctimas de violencia machista atendidas en la Oficina de la Dona, 309 recibieron asistencia psicológica. «Es muy importante recibir esta atención porque todas coinciden en que la violencia física pasa y no se recuerda de la misma forma» que en el caso de «las secuelas psicológicas que el maltrato deja en las mujeres», afirmó la responsable de la Oficina de la Dona, Olga Guerra, que incidió en que esas secuelas impiden a las víctimas «dejar al agresor, rehacer su vida» y les dejan «un estrés postraumático importante».

Pese a ello, son casi 200 las que no recibieron esta ayuda. «Se ven tan envueltas en sentimientos contradictorios que van apartando muchas cosas por supervivencia», comenta Guerra y apostilla que entre quienes no son atendidas por la psicóloga hay mujeres que «no quieren», otras que cuando se lo ofrecen les dicen que se lo pensarán, y también las que «tienen recursos personales para salir adelante».

El perfil de esas 309 mujeres es similar al del conjunto de víctimas de malos tratos atendidas: entre 31 y 40 años, españolas, con estudios primarios o secundarios, con trabajo y que han sufrido malos tratos entre uno y tres años o más de diez por parte de sus parejas.

60 hijos atendidos

Además de ellas -que en 207 casos eran víctimas de malos tratos físicos y psicológicos, en 89 de maltrato psicológico y en 13 casos de agresiones sexuales-, se dio asistencia psicológica a 60 niños, hijos de estas mujeres. «Son niños que hoy en día con la reforma de ley de menores ya son considerados víctimas», dijo Guerra, quien planteó que será necesario ver, en el aspecto legal, «cómo queda la relación con el padre»: «Veremos cómo evolucionan los juzgados».

De estos 60 niños, 17 tenían entre 7 y 9 años; 16, entre 13 y 18 años; 14, entre 10 y 12 años, y 12, entre 4 y 6 años. Además, hubo un caso de un menor de entre menos de tres años. De sus situaciones, 38 tenían problemas emocionales; 30, conductas disruptivas; 15, fracaso escolar, y en un caso incluso tenía ya adicciones. En total, en los diferentes programas de la Oficina de la Dona se atendió el pasado año a 660 personas, tres menos que en 2014.