Pese a que la directora general de Recursos Hídricos, Joana Maria Garau, augura que la falta de lluvias puede «complicar» el próximo verano, confía en que no se repita la crisis del año pasado en Sant Josep. Garau explica que el agua desalada que produzcan las plantas de Vila y Sant Antoni se tendrá que repartir entre los tres municipios en función de los convenios con Abaqua. El caudal de las dos desaladoras no basta y se tendrá que complementar con agua de pozos.

En este sentido, la directora general de Recursos Hídricos apunta que las mejoras introducidas en la desaladora móvil de ses Eres (el cambio de membranas) tiene que contribuir a que el agua «no sea tan mala como el año pasado».

Por su parte, el concejal de Obras y Agua, Ángel Luís Guerrero, también espera que no se repita «la situación tan crítica» que se vivió el año pasado. En todo caso, el equipo de gobierno trabaja sobre dos posibles escenarios: el más favorable, que es que las obras de interconexión se acaben a tiempo para que en los meses punta se inyecte agua desalada a la red municipal y, el peor, que se reproduzca la crisis del verano pasado. Guerrero asegura que para paliar los efectos de la crisis de la temporada de 2015 se están ejecutando actualmente una serie de obras para detectar a tiempo y resolver las fugas de agua de la red municipal. «Todo puede fallar, pero trabajamos para que no suceda», subrayó el edil.

Aunque las obras de interconexión a las desaladoras se acaben a tiempo, el Consistorio no contempla por ahora cerrar la planta provisional de ses Eres.