El equipo de Gobierno de Sant Josep se ha plegado a las exigencias de Guanyem respecto al pliego de condiciones para las próximas concesiones de playas, de manera que, definitivamente, incluirá la reducción de un 10% de los 9.000 elementos existentes en la actualidad, tal como proponían los guanyemistas. De esa manera durante la próxima temporada habrá 900 elementos menos sobre la arena de la costa josepina: se eliminarán así 600 hamacas y 300 sombrillas, según calculó en rueda de prensa el alcalde, Josep Marí Ribas, Agustinet.

Además, la duración de las concesiones será por dos años, como instaba Guanyem (el grupo hablaba de un año prorrogable a dos), y no por los cuatro años más dos de prórroga que el equipo de gobierno proponía inicialmente.

El alcalde explicó que se marcará con cinta (clavada en la arena) el espacio autorizado para colocar las hamacas y las sombrillas, se restaurarán los tótems informativos (la mayoría en un estado lamentable) y se balizarán las zonas de costa dedicadas a los elementos náuticos, para lo cual se destinarán 226.000 euros, una partida que ya aparece en los presupuestos generales del municipio. Además se «reforzará» con policías locales (no se especificó cuántos ni cómo) a la única celadora que controla el cumplimiento de la normativa en el extenso litoral de Sant Josep.

Pliego menos ambiguo

Superar tanto el número de elementos asignados como la zona delimitada se considerará falta grave, lo cual acarreará sanciones de 1.500 a 3.000 euros. Pero como estas cantidades no son lo suficientemente disuasorias para algunos empresarios, las multas irán acompañadas de «la resolución del contrato y posterior retirada de la concesión». No obstante, esta retirada no se hará efectiva hasta que se cumplan todos los trámites administrativos. Para imprimir a estos más celeridad y que la sanción no se aplique cuando haya pasado la temporada (como suele ser habitual), el equipo de gobierno está redactando un pliego «lo más claro posible para actuar con rapidez y no tener que esperar meses y meses», señaló Paquita Ribas, segunda teniente de alcalde. El actual es «muy ambiguo», calificaron tanto ella como el alcalde.

Por otra parte, Josep Marí Ribas reiteró (como ya hizo el pasado lunes) que las balinesas «no están autorizadas» en los espacios de dominio público. Otra cosa, dijo, es que, por ejemplo, sean distribuidas dentro del espacio privado destinado a terraza de un restaurante o club: «Nosotros solo actuamos en zonas de dominio público», comentó. Josep Marí recordó que los elementos autorizados deben poder ser desmontados cada día, algo imposible en el caso de las pesadas balinesas. También subrayó que «los vigilantes privados no están autorizados en dominio público», donde solo pueden actuar la Policía Local y la Guardia Civil. El propósito del Ayuntamiento es «poner freno a los abusos y excesos» cometidos en las playas del municipio durante el pasado verano.

La reducción del 10% de sombrillas y hamacas seguirá «criterios técnicos y medioambientales», indicó el alcalde, que criticó la propuesta de Guanyem al respecto por «no ser homogénea, ser arbitraria, no tener un criterio claro» y afectar solo a algunas playas. La que propone el Consistorio abarca «tres cuartas partes» del litoral. Exceptúa zonas urbanas como Cala de Bou y tendrá en cuenta si la playa se halla en un parque natural, en zona ANEI o en espacios de la Red Natura 2000.