­La empresa Mitra comenzará en octubre la restauración del retablo mayor de la iglesia de Jesús, cuya autoría se atribuye a Rodrigo de Osona y se cree que data del siglo XV. La intervención en la monumental obra, una de las joyas del patrimonio ibicenco, se llevará a cabo gracias a un convenio a tres bandas firmado entre el Consell, el Ayuntamiento de Santa Eulària y el obispado que permite financiar la restauración. La operación, inicialmente presupuestada en 210.000 euros, ha sido adjudicada por un coste final de 157.000 euros a Mitra Restaura S. L. , según informó el delegado de Patrimonio del obispado, Francesc Xavier Torres Peters.

Antes de abandonar su cargo, la exconsellera de Cultura Pepita Costa firmó en julio la parte correspondiente a la institución insular, lo que permitirá iniciar la restauración definitiva tras años de búsqueda tanto de una solución a los problemas que dañaban el retablo como de la financiación necesaria para recuperarlo antes de que fuera demasiado tarde. La solución se ha hecho de rogar. De hecho, después de que tres expertas del Instituto de Patrimonio Cultural de España, dependiente del Ministerio de Cultura, estabilizaran y consolidaran los óleos en octubre de 2013, estaba previsto que la intervención final se llevara a cabo hace un año.

Lo que al menos ya ha concluido ha sido el acondicionamiento del exterior del templo: «Los muros se picaron y se volvió a poner cal de la antigua», recordó Peters. Con esa mejora se eliminó la pintura plástica usada inadecuadamente durante una de las «disparatadas» restauraciones hechas a lo largo de su historia y que causaban «serios problemas de humedades» en el recinto y en los óleos.

Dos meses menos. Para la intervención en el retablo contactaron previamente con varias empresas «con solvencia» en ese tipo de trabajos. Finalmente eligieron a Mitra, una sociedad limitada balear que rebajó el precio sustancialmente, unos 53.000 euros menos de lo presupuestado. Mitra ya ha trabajado en restauraciones en Dalt Vila, así como en el cementerio de Formentera, recuerda Torres Peters. Además, intervino en la estatua de Vara de Rey, ubicada en el paseo homónimo de Ibiza. Inicialmente, la restauración del retablo, que mide 7,23 metros de alto por 4,9 metros de ancho, estaba previsto que durara nueve meses, «aunque la empresa asegura que en siete puede estar listo», añade Peters.

Cuatro fases. La intervención, que empezará (salvo imponderables) en octubre, se ejecutará en cuatro fases. La primera consistirá en documentar gráficamente cada pieza del retablo, así como plasmar en una serie de mapas los daños que padece, redactar un informe preliminar y un estudio de la obra, y limpiar superficialmente tanto el anverso como el reverso con medios mecánicos. Tras consolidar con cola orgánica, papel japonés, calor y presión los óleos para evitar pérdidas durante el traslado, se procederá a desmontarlo con sumo cuidado.

Estudio con rayos X. En la segunda fase se trasladarán las tablas, posiblemente «al local que hay al lado de la parroquia», según Peters. El informe advierte de que ese recinto, donde se afrontará la restauración pura y dura, «debe contar con las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las piezas, con vigilancia oficial continuada», dado que tienen un valor incalculable. Mientras otra empresa acomete el acondicionamiento de la zona donde está fijado el retablo, Mitra elaborará un estudio con rayos X o UVA del conjunto o de alguna de las tablas.

Recuperar el equilibrio. En la tercera fase se comprobará si hay presencia de insectos xilófagos (los que comen madera), se consolidarán los soportes hechos con tablas, se eliminarán los tornillos oxidados y las piezas que puedan dañar el soporte, se repondrán los fragmentos de moldura desprendidos, se rebajará el barniz «hasta conseguir un equilibrio entre la recuperación de los valores cromáticos y lumínicos de la pintura», se tratarán las lagunas, se llevará a cabo la reintegración cromática con materiales estables y reversibles y se empleará una resina natural para el acabado final y su protección. Finalmente se volverá a embalar y trasladar de nuevo a la iglesia.

Todo el proceso se grabará en vídeo y se fotografiará. Si no surgen problemas, el retablo podría estar listo antes de la próxima temporada.