Mientras que en Formentera cualquier agresión de los barcos a la posidonia es motivo de alarma, en Ibiza se fondea con total impunidad sobre las praderas sin que nadie haga nada. Buen ejemplo de ello es lo que ocurre en la bahía de Talamanca o en la zona de Puig des Molins y ses Figueretes, donde decenas de embarcaciones e incluso muchos grandes yates tiran sus anclas sin que se produzca ningún tipo de control.
Durante este mes de julio se pueden ver numerosos barcos anclados sobre posidonia en la costa de la ciudad de Ibiza y en otros enclaves de la isla, algunos de ellos enormes yates de 90 metros, cuyas áncoras son de grandes dimensiones y llegan a medir cinco metros. «Esto arrasa con la posidonia, es un desastre descomunal», denunció un experto, que indicó que muchos turistas náuticos muestran su extrañeza al ver que en Formentera son cuidadosos y les obligan a fondear sobre arena y en Ibiza, en cambio, nadie les dice nada.
«Se sorprenden y preguntan, ¿pero la posidonia no es la misma?», señaló la misma fuente, que lamentó que en Ibiza no se haga la misma presión que en Formentera para evitar este atentado medioambiental. A esto hay que sumar que la pradera de posidonia está incluida en los elementos naturales protegidos por la declaración como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
«Se supone que está prohibido fondear en Talamanca y las anclas lo están destrozando todo», añadió la misma fuente, que calificó la situación de «dramática».
Desde la Autoridad Portuaria de Balears un portavoz explicó ayer que en las zonas de su dominio no hay fondeos después de que se eliminaran hace algún tiempo. Los espacios de su competencia son el puerto y el antepuerto, donde actualmente «no hay ningún barco fondeado». El resto es responsabilidad de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.
Los planes de Vila
En el Ayuntamiento de Ibiza reconocen que este es uno de los problemas del municipio y así lo manifestó el alcalde Rafa Ruiz ya en la última reunión con Autoridad Portuaria de Balears (APB). En su litoral tienen tres zonas diferenciadas: la de APB, la que comprende el dominio de Costas y «que tendrían que controlar», según Vila, y la zona de mar abierta, en la que no pueden hacer nada.
El alcalde aseguró ayer que los fondeos sobre posidonia les «preocupan mucho» y que tienen a Formentera como un «referente» a la hora de tratar estas cuestiones, porque su Consell lleva mucho tiempo trabajando en este asunto.
También se refirió a la última propuesta de Formentera: implantar un sistema de fondeos controlados en todo el litoral y que todos los barcos paguen por anclar su embarcación. «Nosotros queremos hablar sobre esto y cuando venga la presidenta Francina Armengol lo pondremos sobre la mesa; es un tema que nos ocupa y nos preocupa precisamente por esto, porque cuando Formentera aprieta, lo que más cerca queda son las costas de ciudad de Ibiza y lo queremos controlar», aseguró el primer edil. Ruiz ya anunció hace unas semanas que quieren recuperar y actualizar un antiguo plan para regular el fondeo en Talamancaque se elaboró en tiempos de Lurdes Costa y que ha estado cuatro años en un cajón. Además, quieren ampliarlo al resto del litoral de la ciudad, también ses Figueretes y Platja d´en Bossa, donde el alcalde contó hace unos días hasta doce barcos de gran eslora.
A medio o largo plazo
De todas formas, desde el Ayuntamiento advierten de que acaban de llegar y que durante cuatro años «no se ha hecho nada», por lo que el problema «no se podrá solucionar este verano». «Tenemos muy pocos kilómetros de costa y lo queremos ordenar, pero es un objetivo a medio o largo plazo, no puede ser a corto plazo», aclaró el alcalde, que indicó que no tienen competencias en este asunto, por lo que hay que colaborar con otras administraciones, como por ejemplo Costas, que tiene que supervisar el proyecto de fondeos ecológicos. Ruiz recuerda que poner orden en el litoral es una de sus promesas electorales.
