La bahía de Talamanca recibe cada día en superficie 13.000 metros cúbicos de salmuera procedente de la desaladora de Ibiza, lo que provoca «un importante impacto» sobre la pradera de posidonia de la zona. Así lo advierten los técnicos del Consell en un informe emitido recientemente en relación al proyecto del nuevo emisario de la depuradora, ya que consideran que es «imprescindible» que esta nueva tubería esté «adecuadamente dimensionada» para evacuar también los restos hipersalinos de la planta de desalación.

Para tal fin en el diseño del emisario, además de la conexión pertinente, se tienen que contemplar como mínimo un caudal de 550 m3/h más de los 4.000 m3/h previstos, según los técnicos, que se refieren además a otro contundente informe que realizaron en 2013 respecto a la desaladora. En él recuerdan que estas aguas saladas se abocan en superficie, en el mismo lugar, desde la entrada en funcionamiento de la planta en 1994. «La magnitud del impacto producido por el vertido no se puede obviar porque ha supuesto la completa desaparición de una importante superficie de posidonia en un hábitat donde estaba bien conservada», concluyen los técnicos, que lo complementan con imágenes de 1989 (antes de que comenzara esta práctica) y de los años posteriores.

Protección de la Unesco

«El análisis de las imágenes muestra una relación totalmente directa entre el vertido de salmuera y la desaparición de posidonia. Además, la proximidad del vertido a los arrecifes de posidonia de Talamanca tendría que hacer que se extremasen las precauciones para evitar daños, debido a su valía y fragilidad», dice el informe, que recuerda que la pradera de esta zona está incluida en los elementos naturales protegidos por la declaración como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

En ese informe de 2013 también se advierte de que el mismo emisario tendría que dar salida a las aguas de refrigeración de la central eléctrica de Ibiza y que habría que explorar las posibilidades de colaboración con la empresa propietaria, siempre que ésta costease la conexión y el adecuado dimensionamiento de la infraestructura.

Otro tema que destacan los técnicos es que la vida útil del emisario se prevé a 50 años, pero la nueva depuradora se diseña para dar salida a un caudal de aguas depuradas estimado solo a 25 años vista. También alertan de que las previsiones «son bajas» si se comparan con los crecimientos poblacionales experimentados en las últimas décadas.

El proyecto de emisario de Talamanca de la Agencia Balear del Agua y de la Calidad Ambiental (Abaqua) prevé que tenga una vida útil de 50 años para una población máxima de 140.000 habitantes. En principio se planteaban cuatro alternativas: la primera proteger el actual con bloques de hormigón, la segunda construir un nuevo emisario por Talamanca, la tercera prolongar el emisario terrestre y que salga por el este del dique de es Botafoc, y la cuarta, por s´Illa Grossa.

Según los técnicos del Consell, la alternativa 3 presenta una afección «significativa» sobre la posidonia oceánica» porque la «destruye en su trazado enterrado y semienterrado» y después tiene una longitud muy importante en que la tubería se sitúa sobre la pradera. Esto se tendría que solucionar mediante una perforación horizontal dirigida, algo que ya se ha usado en Talamanca durante las obras del cable submarino con Mallorca.

En conclusión, el Consell considera que la mejor alternativa es la 3 (algo que ya dio a conocer hace unas semanas), siempre que incorpore las siguientes mejoras: perforación horizontal dirigida de 400 metros para reducir los daños sobre la pradera y corrección del trazado para minimizar los efectos. En caso de no aceptarse estas mejoras se considera más adecuada la alternativa 4. Cualquiera de las opciones elegidas se tendrá que diseñar para eliminar la salida de agua hipersalina de la desaladora. El Consell exige un seguimiento arqueológico de la obra.

Tratar el caudal excedente

Otra de las cuestiones analizadas es la gestión del caudal excedente de aguas que puede llegar a la estación depuradora en episodios de lluvias fuertes, de hasta 1.800 m3/h. En este caso se contemplan dos alternativas, que se diferencian básicamente en si se da tratamiento a las aguas o no, y se opta por la que garantiza el tratamiento de las «cargas contaminantes de las aguas excedentes que se recojan, como mínimo durante las dos horas y 20 minutos iniciales».

«La capacidad de los tanques de tormenta (depósitos de la actual EDAR reconvertidos) es suficiente como para que en muy pocas ocasiones se supere esta capacidad», dicen los técnicos. En caso de que se superase, el proyecto prevé su vertido al torrente de sa Llavanera, que ya llevaría una cantidad «importante de agua del mismo episodio de lluvias». De todas formas, desde el Consell advierten de que se podría prever que una vez superada la capacidad del depósito, el agua fuera desviada al emisario. «Deshacerse de esta agua unitaria en un episodio lluvioso largo es muy diferente que eliminarla en los primeros momentos, la cual tiene mayor carga contaminante», añaden.