­´Córrer per pensar i sentir´, de Francesc Torralba está bien visible en el estand que la librería Mediterrània ha montado en el Passeig de s´Alamera de Santa Eulària con motivo del día del libro. Vicent Marí, que es quien lo ha colocado ahí, confía en que llame la atención de alguno de los más de mil participantes de la carrera ´De passeig a passeig´, que aún están cruzando la meta. El paseo está animado. Las ventas, menos.

Los pequeños son los que más animan la caja. Carlos se acaba de hacer con el enésimo libro de Gerónimo Stilton: ´El extraño caso de la rata apestosa´. «Casi la mitad del puesto es de infantil», destaca Marí, que indica que los niños acaban convenciendo a los padres para que les compren un cuento. El librero hace sus apuestas sobre los libros que cree que estarán entre los más vendidos este Sant Jordi: El último volumen de la ´Enciclopèdia d´Ibiza i Formentera´ y los libros que acaban de publicar autores locales como Carles Fabregat, Nora Albert, Vicente Valero o Toni Marí Rota, así como el de fotografías de Joan Costa ´La sal d´Ibiza i Formentera´. «Albert Espinosa siempre se vende muy bien, igual que los de intriga, como Donna Leon. Y este año María Dueñas y Pérez-Reverte seguro que salen mucho», comenta el librero, que confiesa que si él comprara un libro para Sant Jordi sería ´Sicília sense morts´, de Guillem Frontera.

A los libros les cuesta salir y a las rosas aún más, según explica Carmen Clapés, de la floristería Clivia. «Cuesta, cuesta», comenta, alegre a pesar de que se ha levantado a las siete de la mañana y el sábado estuvo preparando rosas hasta pasadas las diez y media de la noche.

Al final del paseo, los responsables del Punt Jove de Santa Eulària no paran. Los más de 20 adolescentes que participan en la yincana literaria reclaman una prueba tras otra. Recorren el pueblo buscando versos de Marià Villangómez, protagonista de la competición. «Queríamos haberlo hecho el año pasado, pero era el centenario del vapor ´Mallorca´, así que lo dejamos para éste», comenta Antonio Saucedo, monitor del Punt Jove mientras ata un lápiz a una cuerda para una de las pruebas.

El rincón de la biblioteca municipal es un hervidero de turistas de Imserso. Se llevan a puñados los puntos de libro que niños del municipio diseñaron el año pasado. Clàudia Costa, bibliotecaria, no deja de reponer los modelos que más gustan: una rosa y una vista del Puig de Missa.

En la sala municipal se exponen los centenares que participan este año en el concurso. Las familias los contemplan mientras los cuentacuentos desgranan la historia de un pequeño aborigen australiano que tuvo que cruzar el desierto para ganarse su nombre de guerrero adulto.

El paseo sigue llenándose de corredores, que, botella de agua en mano, cotillean entre los puestos. Entre ellos, Vicent Torres Benet, candidato socialista a la alcaldía de Santa Eulària, que se hace con el libro de relatos de Carles Fabregat, ´Rara pluja´.

Marga Juan, en un puesto muy cerca ya del mar, vende libros aún por escribir. Tienen tapas maravillosas con dibujos y relieves. Los lomos prietos. Y las páginas aún en blanco. «Escribir historias es una gran terapia», comenta antes de confesar que ella tiene más de una y más de dos acabadas y guardadas en un cajón.