El personal de Pediatría sonríe cuando pasa por las habitaciones que ya lucen sus nuevos murales. «No podemos olvidar que para los niños, estar en el hospital es un gran impacto. Es un lugar extraño, blanco, con espacios grandes y con gente con bata. Si podemos hacer que se olviden un poquito de eso, mejor», comenta Ángela Caballo, supervisora de Ginecología, que destaca el papel que ha tenido la supervisora de Pediatría, Lola Moya, en este proyecto.

«Si están más tranquilos todo va más rápido y se puede minimizar la estancia», apunta Marta Méndez, auxiliar de enfermería de este servicio. Méndez cree que los dibujos les ayudarán a la hora de atender a los niños, a los que podrán pedir, por ejemplo, que se fijen en un detalle o busquen algo en el mural mientras les cogen una vía o les realizan alguna prueba. Caballo recalca que pidieron a los artistas que tuvieran en cuenta que se trata de un espacio para niños y que el objetivo es facilitar que estén tranquilos, algo que favorecen los colores pasteles.

El pediatra Juan García Serra señala que la idea es darle un aspecto más lúdico a las habitaciones en las que se quedan ingresados los pequeños. «Recuerda a los parques infantiles», indica el médico, que considera que algunas de las pinturas dan un aspecto de «pequeño paraíso» a las habitaciones del servicio, lleno también de pegatinas de Bob Esponja y Peppa Pig.

«Es por una cuestión organizativa. Lo tenemos que dividir en dos zonas y lo hicimos así: tenemos la zona Bob Esponja y la zona Peppa Pig, mejor que zonas A y B o 1 y 2», explica Marta Méndez.