­El número de turistas que preparan sus vacaciones en las Pitiusas al margen de las agencias de viaje convencionales y de los turoperadores crece sin parar. En 2014 contrataron directamente sus estancias casi 1,3 millones de personas, un 18,6% más que en 2013. En solo un año, hubo 200.000 viajeros más que decidieron desde sus propias casas y, mayoritariamente, a través de Internet cómo volar y dónde alojarse.

Por el contrario, cada vez son menos los que recurren a las agencias de viajes o a los paquetes turísticos, según los datos recién aparecidos en la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur). Del total de 2,7 millones de turistas que aterrizaron en estas islas durante toda la pasada temporada, 720.022 personas, un 4,3% menos que en 2013, llegaron de la mano de un turoperador.

Quienes diseñan su viaje a Ibiza o Formentera sin contar con los operadores turísticos o las agencias representan ya el 46% del total de veraneantes, cuando en 2011, el primer año del que se dispone de esos datos, eran el 35,6%. Hace cuatro temporadas eran mayoritarios los que preferían comprar paquetes, un 36,8% del total, que en 2014 bajaron hasta el 26%. El grupo que porcentualmente subió más la pasada temporada fue el de quienes se alojan en casas propias, de amigos o de familiares, 671.480 en total, un 39,3% más que en 2013.

La generación Y va a agencias

La gerente del Fomento del Turismo pitiuso, Ángeles Nogales, admite que las webs de los hoteles han ganado terreno a las agencias convencionales y a los turoperadores durante los últimos años. Según Nogales, los hoteleros «han visto un nicho» al que se han lanzado de cabeza y del que, según las estadísticas, están sacando provecho. Sin embargo no cree que eso signifique la desaparición a corto o medio plazo de las compañías tradicionales, pues ofrecen «una garantía y una seguridad» -y comodidad, por el esfuerzo que supone la contratación-, que resultan muy atractivas para los clientes.

De hecho, menciona un artículo que acaba de aparecer en Hosteltur en el que se explica que «los millennials [la llamada generación Y, que tienen de 16 a 35 años] impulsan la vuelta a la agencia tradicional». Los millennials son los principales usuarios de las agencias de Estados Unidos: un 28% de ese espectro de la población contrató sus servicios en 2014, por un 13% de los babyboomers (50 a 65 años) y un 15% de la generación X (de 36 a 49 años), según Hosteltur. Recurren a esas agencias porque si bien «son más aventureros y quieren hacer algo fuera de lo común, son al mismo tiempo viajeros menos sofisticados y experimentados». Necesitan que alguien los asesore.

En las Pitiusas, el porcentaje de los que aún recurren a los turoperadores (un 26%) es superior al de Estados Unidos (18%). Pero en vez de aumentar como allí (donde era el 12% en 2013), desciende. Y eso se nota en las noches que descansan en este destino. Quienes contrataron directamente sus vacaciones realizaron 8,5 millones de pernoctaciones en Ibiza y Formentera en 2014, un 11,1% más que un año antes (un total de 858.000 más). Por el contrario, las pernoctaciones de quienes vinieron con turoperadores o tras consultar con una agencia se redujeron un 9,6%, al pasar de los casi seis millones de 2013 a casi 5,4 millones un ejercicio después.

Visto con la perspectiva de los años, el ´háztelo tú mismo´ ha cogido las riendas: en 2011, esa opción daba lugar a 5,5 millones de pernoctaciones, tres millones menos que en 2014. Desde aquel año, las agencias y turoperadores han perdido casi 1,5 millones de estancias en alojamientos pitiusos. Las contrataciones directas han subido, pues, un 54% en tres años, mientras las efectuadas a través de agencias han perdido un 21,5%.

Más Internet y más ricos

Ese auge de la contratación al margen de los sistemas tradicionales está íntimamente relacionado con el uso de Internet. Según Egatur, el 78,7% de los 2,7 millones de turistas que volaron en 2014 a Ibiza usaron las redes para realizar reservas y el 78,4% para efectuar pagos.

Uno de los datos más sorprendentes que aparecen en la última encuesta de gasto turístico es el del poder adquisitivo de los viajeros. El 59,4%, un total de 1,6 millones de turistas, dijeron tener una renta alta. Son un 67,8% más (663.693 personas más) que los de todo el año 2013. De hecho, el incremento ha sido tan espectacular que se ha dado la vuelta a la tortilla a esa estadística: un año antes, la mayoría, un 56,6%, tenía una renta media, pero en 2014 su porcentaje descendió hasta el 38,5%. De ser casi 1,4 millones en 2013, a solo un millón un año más tarde. Ahora, por primera vez en la reciente historia pitiusa, la mayoría de los turistas tienen recursos económicos muy elevados (o eso dicen).

Visto de nuevo con la perspectiva del paso del tiempo, el cambio experimentado en los últimos cuatro años ha sido colosal y da una idea de por qué muchos hoteleros han optado por mejorar la categoría de sus establecimientos. En 2011, solo 573.846 turistas (un millón menos que en 2014; desde entonces su número ha crecido un 183%) tenían una renta alta, mientras 1,4 millones (354.000 más que ahora; desde 2011 ha caído un 25%) contaban con una renta media.

El incremento de casi un 68% de los visitantes de renta alta se tradujo en un aumento del 52,2% de las pernoctaciones de este segmento de viajeros: de 7,8 millones en 2013 a casi 12 millones un año más tarde. Y la bajada del 23% de los que disfrutaban de renta media se plasmó en una caída del 16,4% de las noches que pasaron en las Pitiusas: de 10,7 millones a nueve millones.