Un año más, el ambiente más rural y tradicional invadió el céntrico paseo de Vara de Rey durante la gran xacota pagesa que la colla de sa Bodega y el Ayuntamiento de Ibiza organizaron durante toda la tarde.

El ball pagès abrió esta jornada festiva, cada vez más arraigada en el calendario navideño de la ciudad -ya son 26 ediciones-, y los asistentes pudieron disfrutar de las danzas más tradicionales del folclore pitiuso, brillantemente ejecutadas por la colla de sa Bodega. En la carpa instalada por el Ayuntamiento, 26 cantadors y sonadors, llegados desde todos los rincones de las Pitiusas, ofrecieron una muestra de cançó redoblada, de porfèdia y glosada, entre otros géneros propios de la canción insular. No faltó la habitual brulada de corns para hacer sonar caracolas de mar con su potente sonido, así como la muestra de ucs, el ancestral grito rural ibicenco cuyo uso ya persiste solo en exhibiciones como esta.

En medio de una gran animación popular, se procedió luego a repartir entre los numerosos asistentes más de 100 litros de chocolate caliente, que fue muy bienvenido para ayudar a combatir las bajas temperaturas que a partir de esa hora reinaban en el paseo. El chocolate estuvo acompañado de 60 kilos de coca pujada.

Sin embargo, el gran protagonista de la noche fue el concurso de salsa de Nadal, que volvió a atraer a un gran número de muestras traídas por personas de toda la isla, que mantienen viva la tradición de elaborar este exquisito postre autóctono, cuyo origen se remonta a los más antiguos orígenes de la isla. Un jurado compuesto mayoritariamente por veteranas cocineras de salsa de Nadal saboreó todas y cada una de las 23 muestras que se aportaron, y destacaron el elevado nivel alcanzado en general en esta edición.

Aunque hubo una muestra más que el año anterior, estas 23 quedan lejos de las 50 que llegó a haber hace unos pocos años.