La llegada del otoño real coincidió ayer con la celebración del día de Sant Carles, tras semanas de calor en las que parecía que el verano no acabaría nunca. La lluvia obligó a suspender la procesión y a cancelar los fuegos artificiales del día grande, que han sido trasladados al próximo sábado a las 23.30 horas. El alcalde, Vicent Marí, y buena parte de la Corporación Municipal, acompañados por el conseller Antoni Marí y la directora general de Comercio del Govern, Lurdes Cardona, acudieron a la misa y a la posterior ballada, celebrada bajo la carpa y con los miembros de la colla vestidos de calle. El obispo Vicente Juan Segura excusó su asistencia y la misa fue oficiada por Vicent Tur, recientemente nombrado responsable de las parroquias de Sant Joan, Sant Llorenç y Sant Vicent.